La sombra de la impugnación, por otra parte, llegó a estar en la Junta ya que Ramón Molina le cuestionó a Tebas si él estaba representando a las acciones de Comujesa que, según aparece en el libro de socios, pertenecen aún a Castellana Business, la empresa de Gil Silgado. Con el 90,60 por ciento de representación Tebas representaba esas acciones, aunque él dijo que “no lo sabía y he actuado de buena. Pero si entendéis que es así y hay que hacer una junta se hace”. La impugnación se hizo fuera de forma legal ya que la misma tendría que haber llegado al comienzo de la junta y no al final. Iván Pastor impugnó la representación de Tebas en Castellana y se unieron hasta ocho minoritarios más.
Franco, por cierto, hizo que constase en acata su contrariedad por la presencia de un político (así llamó a Selma) en el consejo e Iván Pastor insistió en conocer los nombres de los consejeros que no estaban en este listado inicial que se había dado.
Fue un ruego y preguntas bastante interesante.
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