El fuego se produjo en una de las viviendas de la primera planta del número 28 del Paseo Marítimo (Edificio Arratia Bat), situado entre las calles Nereidas y Caracolas, alrededor de la 1.15 horas, siendo totalmente extinguido sobre las 5.00 horas por los efectivos del cuerpo de Bomberos.
El incendio se originó en una habitación con una amplia estantería repleta de libros, a modo de biblioteca, y en la que también había una pequeña cama con un colchón de plumas, todo material fácilmente inflamable, lo que propició que las llamas se extendieran con gran rapidez, aunque aún se desconoce lo que propició el origen de ese incendio.
Hechos
Así lo explicaba en la mañana de ayer algo más tranquilo, pero aún conmovido por todo lo sucedido, el propietario de la vivienda, José Gassó, que además fue quien afortunadamente se percató del fuego justo antes de dormir. “Me encontraba leyendo en la cama. La puerta del dormitorio la teníamos cerrada, pero me llegó un olor extraño. Creí que era en la calle y me asomé, pero no noté nada. Entonces abrí la puerta y ya vi el humo”, explicaba José, que puntualizaba que “hemos tenido suerte” ya que aún no estaban dormidos, lo que les permitió algo más de tiempo para tomar decisiones.
“Salimos de los dormitorios y nos dirigimos a la entrada del piso, pero había mucho humo, era imposible salir por la puerta principal hacia las escaleras”. Además, las llaves de la vivienda estaban en la zona más cercana al origen del incendio, por lo que también les resultaría imposible recuperarlas. Ante esta situación tomaron la decisión acertada de ni tan siquiera intentarlo y refugiarse en la terraza.
Una vez en la terraza, donde “incluso allí era difícil respirar” debido a la gran cantidad de humo que había en la vivienda, José Gassó intentó contactar por el teléfono inalámbrico con los bomberos, pero la base del mismo se encontraba cerca del foco del fuego, por lo que estaban incomunicados. Pese a todo, la suerte les sonrió porque pasó una unidad de la Policía Local a la que pudieron avisar y ya estos fueron los que avisaron a los Bomberos, que llegaron al lugar “muy rápido, unos cinco o diez minutos después”, aseguraba José.
Bomberos
Hasta el lugar se desplazaron ocho Bomberos con cuatro vehículos. Rescataron a los ocupantes de la vivienda mediante una escalera y entraron en el piso por la puerta de entrada, blindada y cerrada, que tuvieron que romper. El fuego, además de calcinar las habitaciones más cercanas a la biblioteca, incluso reventado las bovedillas del techo dejando la estructura del mismo al aire, dejó el resto de la casa gravemente dañada por humo y hollín. Los Bomberos actuaron unas cuatro horas y utilizaron 1.500 litros de agua en la extinción.
Además, el Consorcio Provincial de Bomberos ha destacado el modo de actuar que tuvo la familia, desistiendo desde el primer momento a salir por la puerta principal de la vivienda y refugiándose en la terraza: “En este caso ha sido un comportamiento muy adecuado por parte de los ocupantes de la casa”. No obstante, fueron atendidos por los servicios sanitarios debido al estado de nerviosismo que presentaban.
“En la calle”
Dicha familia tendrá muy complicado olvidar esta trágica noche puesto que, además de perder gran parte de sus pertenencias, se vieron obligados a pasar el resto de la noche “en la calle”. Desde primera hora de ayer se encuentran realizando los trámites oportunos para poder recuperar su vivienda cuanto antes, algo que no será fácil debido a que gran parte de ella se encuentra gravemente afectada. No obstante, están “a la espera del seguro para ver que hacemos” mientras dura el proceso de rehabilitación de la vivienda, sin tener en la mañana de ayer conocimiento de donde pasarían esta noche, si sería en un hotel aportado por el seguro o tendrían que buscar refugio en casa de algún allegado.
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