Israel anunció este martes que no restringirá el acceso de los musulmanes a la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén durante el mes sagrado de Ramadán, en un esfuerzo por rebajar la agudizada tensión por la guerra con el grupo islamista Hamás, mientras las negociaciones para una tregua avanzan lentamente.
En la primera semana de Ramadán, que comienza entre el 10 y 11 de marzo, los árabes israelíes de fe musulmana "podrán ingresar al Monte del Templo en cantidades similares a las de años anteriores", indicó el Gobierno israelí.
Los israelíes judíos llaman Monte del Templo a lo que los musulmanes consideran la Explanada de las Mezquitas, donde se sitúa la mezquita de Al Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén Este ocupado.
Se trata del lugar más sagrado para el judaísmo y del tercer lugar más sagrado para el islam, y se ha convertido en un sitio emblemático del conflicto palestino-israelí.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, y el director de la agencia de seguridad Shin Bet, Ronen Bar, han abogado por una máxima libertad de acceso a la mezquita durante el Ramadán, en un esfuerzo por rebajar las tensiones y evitar posibles ataques.
El grupo islamista Hamás, que gobierna de facto la Franja de Gaza y está en guerra con Israel desde el 7 de octubre, llamó a mediados de enero a los palestinos de Jerusalén Este y Cisjordania ocupada a revelarse ante cualquier "medida criminal" que prohíba la entrada a la mezquita de Al Aqsa.
Cada año, durante el Ramadán, cientos de miles de musulmanes llegan a la Explanada de las Mezquitas, que tiene capacidad para unas 400.000 personas, aunque la asistencia diaria suele ser mucho menor.
Si bien en momentos de alta tensión Israel ha impuesto restricciones de acceso a los musulmanes palestinos que habitan en Cisjordania ocupada, se ha abstenido de imponer esas reglas a la minoría musulmana del país.
Pero este año, en medio de la guerra y el peor pico de violencia en Cisjordania desde la Segunda Intifada (2000-05), algunos ministros israelíes, como el extremista antiárabe Itamar Ben Gvir, abogaron por bloquear la entrada de musulmanes al templo.
Hamás desató la guerra el 7 de octubre al perpetrar un ataque contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 250 secuestrados. La contraofensiva militar israelí ha dejado desde entonces más de 30.600 muertos y 72.000 heridos en la Franja de Gaza, la mayoría civiles
Tregua en proceso
Egipto, Catar y Estados Unidos, mediadores entre Israel y Hamás, trabajan a contrarreloj para alcanzar un acuerdo de tregua antes de que inicie el Ramadán, con el objetivo de liberar a los 130 rehenes que aún retiene el grupo islamista y aliviar la crisis humanitaria sin precedentes que azota a los gazatíes supervivientes.
Pese a que se han acordado los "puntos básicos" del acuerdo marco para la tregua, las diferencias en algunos apartados son "amplias" y requieren hablar con otras milicias, como la Yihad Islámica Palestina, ya que Hamás no tiene cautivos a "todos los rehenes israelíes", indicaron a EFE fuentes palestinas cercanas a las negociaciones que pidieron el anonimato.
El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió este martes de que, si Hamás e Israel no llegan a un acuerdo antes del inicio del Ramadán, la situación podría volverse "muy peligrosa".
Además, afirmó que la posibilidad de un alto el fuego de seis semanas y la liberación de rehenes israelíes a cambio de palestinos presos en cárceles israelíes se encuentra ahora "en manos de Hamás", que recibió una "oferta razonable" de Israel.
En tanto, el Ejército israelí mantiene su potente ofensiva por aire, tierra y mar sobre la devastada Franja de Gaza, donde casi la totalidad de la población -2,3 millones de personas- se encuentra desplazada y enfrentando condiciones de hambruna y hacinamiento, en medio del brote de epidemias, el colapso de los hospitales y la falta de agua potable, medicamentos y electricidad.
Ante la dificultad de introducir ayuda humanitaria por tierra, varios países, incluidos Jordania, Egipto, Catar, Francia y los Emiratos Árabes Unidos, han lanzado paquetes con alimentos desde el aire. Estados Unidos se sumó a esa estrategia este fin de semana y ha anunciado que habrá más entregas.