—¿Por qué Perú?
—Yo fui a Perú como voluntario en una misión de la Unesco para ver por qué los astilleros de Callao perdían tanto dinero. Yo fui allí con el cuerpo diplomático y en las mejores condiciones, lo que hizo que el impacto moral fuera mayor. Para ir del hotel hasta el astillero tenía que pasar por un asentamiento humano en el Callao donde tenía que soportar ver a los niños esqueléticos. Creo que las personas, para conocer la justicia, tienen que conocer primero la injusticia y tienen que observarla a través de los sentidos: de verlo, como lo vi yo; de oirlo, porque te lo cuentan; y después tiene que pasar al corazón, porque tiene que doler, y a mi aquello me dolió enormemente. Ya en el avión de vuelta para España, me desahogué con la mujer que tenía al lado, que resultó ser una monja que trabajaba en uno de los asentamientos y que allí faltaba de todo. Decidí entonces ayudarles, pero no sabía cómo. Ella me dijo qué tenía que hacer y qué papeles tenía que buscar, estaba muy bien informada. Cuando llegué a Jerez conté mi proyecto en la primera reunión del APA de la Salle y todos se apuntaron. Fue entonces cuando empezó el proyecto.
—¿De dónde viene el nombre de Madre Coraje?
—Madre Coraje era una señora que movía a más de 50.00 mujeres en asociaciones que había fundado ella. Obligó al Gobierno que firmara un decreto sobre la Ley del vaso de leche que exigía que diera un vaso de leche al día a todos los niños menores de siete años. Ella, que era maestra, logró organizar a todas las mujeres para que dieran clase en las plazas y en las calles a los niños, consiguiendo así bajar el analfabetismo de un cuarenta y tantos por ciento a un ocho por ciento. Estaba casada, con dos hijos. En el año 89 vino a España y le dieron el premio Príncipe de Asturias por la labor que había hecho tan impresionante en Villa Salvador. La habían amenzado a muerte Sendero Luminoso y la llamaban Madre Coraje porque, a pesar de que sabía que la iban a matar, seguía haciendo la labor social que hacía. Y en el 92, el 15 de febrero, un piquete de Sendero Luminoso le dio un tiro en la cabeza, le puso una carga de dinamita en la espalda y la hizo explosionar delante de sus dos hijos. A mí me contaron la historia y, que una persona seglar, fuera su vida tan coherente, dedicada al pueblo, me impresionó mucho. Y cuando llegué aquí y tuve que escoger un nombre para la organización, elegí ese.
—Además de la ayuda humanitaria que mandan a Perú, Madre Coraje tiene otras dos funciones allí.
—Sí, los proyectos para el desarrollo y la educación para el desarrollo. Nosotros trabajamos desde el año 2000 en dos de las regiones más pobres de Perú: Huancavelica y Apurimac. Nosotros hacemos proyectos de varios sectores que van desde la aconomía, la educación o la gobernabilidad. Además trabajamos varios ejes transversales como es la igualdad de género o el medio ambiente y fvorecer las organizaciones. Nuestro objetivo, además, es que estas organizaciones puedan tener sostenibilidad por sí mismas una vez nosotros nos hayamos retirado. Ejemplos de lo que hacemos allí son proyectos de invernaderos o plantación forestal. Y también se trabaja desde los colegios intentando una reforma educativa.
—¿Y la educación para el desarrollo?
—Para mí la joya de la corona es la educación para el desarrollo, más que la ayuda humanitaria. Hasta ahora habíamos estado trabajando con los colegios y las universidades para concienciarlos en que hay unos principios de igualdad, solidaridad y de fraternidad, porque son los que producen los valores humanos. Pero ahora y desde hace un año, también estamos trabajando con medios de comunicación. Un problema del periodismo es que en la universidad no se educa en valores; y nos han pedido que hagamos esa asignatura. Por ejemplo, un problema de las noticias es que siempre se destacan los aspectos negativos y no se puede destacar lo negativo sin dar una solución, eso es desonesto.
—También tienen talleres para discapacitados.
—Nosotros trabajamos con 45 discapacitados entre personas con Síndrome de Down y esquizofrénicos, para eso tenemos convenios. Ellos lo que no tienen trabajo y yo lo tengo, entonces, todos esos discapacitados que están en sus casas porque no hay terapia ocupacional,vienen aquí. En los talleres además se sienten muy a gusto porque no tienen más normas que las que tienen los demás voluntarios. Ellos aquí clasifican los juguetes que se mandan a Perú, y todos aquellos que ellos no consideran válidos se desechan. También trabajamos con los jóvenes de Hogar la Salle, que vienen aquí a hacer talleres ocupacionles.
—¿Cómo se financia Madre Coraje?
—Casi todo proviene del reciclaje, pero también tenemos más de mil socios económicos. Además hacemos promociones, como las tómbolas. Ahora nos estamos moviendo en el tema empresarial. Mi sueño es poder exigirle a las empresas que tengan responsabilidad social y que parte de las ganancias que obtienen de la sociedad, que las compartan con los más desfavorecidos. Ahora estamos haciendo proyectos para empresas. De esta manera, por ejemplo ACS, la empresa de Florentino Pérez, me ha dado dinero para la nueva nave. Egrofut, una de las empresas más importantes de alimentación de Europa, me va a pagar también parte de la nueva nave, Endesa igual. Así que queremos meternos ahí. También tenemos ayudas de las subvenciones públicas, pero nuestro objetivo es aumentar los fondos propios respecto a las subvenciones. Ahora, con la crisis, las subvenciones están bajando enormemente, hasta el punto de que más de 40 ONGs han desaparecido porque vivían sólo de las subvenciones. Nosotos tenemos la suerte de que eso sólo nos afecta en un 30%, ya que el 70% de nuestra financiación son fondos propios. Y esto es lo que vamos a intentar potenciar y sobre todo queremos estabilizarlos.
—¿Se está notando mucho la crisis?
—Muchísimo. Con las empresas, sobre todo, antes conseguiamos más dinero. Además, nosotros teníamos un crecimiento anual del 20% mientras que el crecimiento anual que tuvimos el año pasado fue del 7%, ha bajado enormemente. Estamos contento porque la mayoría de las empresas ha reducido su capital con la crisis. Al menos lo estamos manteniendo en positivo, pero estamos teniendo muchas dificultades. Por ejemplo, otras de las cosas que hacemos es buscar padrinos para niños de la República Dominicana y se están dando muchos de baja porque no pueden pagarlo. Pero nosotros los problemas los hacemos retos e intentamos no echarnos para atrás.
—Tienen planeado mudarse a una nave mayor.
—Vivimos de las subvenciones, y nos dieron una finca de 9.000 metros cuadrados, que nos la dejaban para el usufructo. Me alegré mucho y pensé que podría construir mi nave de 5.000 metros, que es lo que quería. Pero no conseguí que los bancos me dieran crédito para edificar sobre esa finca, así que ahora estamos buscando una nueva nave de 5.000 metros cuadrados donde podamos desarrollar nuetras instalaciones con visión de futuro.
—¿Cuáles son sus proyectos con la nueva nave?
—Nuestro sueño es, en primer lugar, tener una mayor superficie para aumentar el número de reciclaje y así porder reciclar más de lo que tenemos ahora. Por otro lado, y como he dicho antes, el 70% de los ingresos son de fondos propios, derivados del reciclaje, pero el reciclaje es una venta (por ejemplo, recogemos aceite y lo vendemos) y por tanto es un valor que depende del mercado. ¿Qué ocurriría si me cerraran alguno de los mercados de los que dependo como, por ejemplo, la venta de ropa, que ya nos pasó una vez en Marruecos? Me quedaría sin ingresos. Pero si y tuviera una superficie de 5.000 metros cuadrados en lugar de los 2.000 metros cuadrados que tengo ahora, podría cambiar la ropa por otro tipo de reciclaje, por ejemplo, por la línea blanca, los electrodomésticos. Por lo cual, tendría la garantía de que si me fallara un beneficio, tendría otro. Otra ventaja que tendría es que todas las distintas delegaciones de España me podrían mandar las cosas en cuanto tuvieran sus locales llenos, mientras que ahora tienen que esperar a que yo tenga sitio aquí, y eso multiplicaría la rotación. Aumentaríamos también el tema de discapacitados, tendríamos más talleres y podría hacer una obra social mayor. Podría hacer, no solo talleres de terapia ocupacional, sino empresas de especial empleo, que son empresas de discapacitados. Podría potenciar la ayuda a los discapacitados de la zona. Podría mejorar el medio ambiente, pues nuestro sueño es que se moviera toda la nave por energía renovable.
—¿Cuál es el próximo proyecto al que se van a enfrentar?
—Ahora la Ford organiza una competición que se llama 24 horas de la Ford. En ella intervienen 12 pilotos, que tienen que aguantar 24 horas dando vueltas. El premio que consigan se lo dan a una ONG, pero esa ONG tiene que presentar a un embajador que los represente, y tiene que ser una persona famosa. Nosotros ya tenemos la persona famosa, y ahora tenemos que llevarlo a cabo. Ahora hay quepreparar los proyectos, ya que presentar tres. El año pasado, por distintos motivos, no pudimos optar al premio, pero este años esperamos que sí podamos.
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