Las dos formaciones que integran el Gobierno de coalición proponen así una revisión y modificación del reglamento del Congreso
SOE y Sumar van de la mano para acabar con el lenguaje sexista en el Congreso de los Diputados: ambos grupos han registrado de forma conjunta una proposición de ley para adaptar el Reglamento de la Cámara Baja al lenguaje inclusivo de género.
Las dos formaciones que integran el Gobierno de coalición proponen así una revisión y modificación del reglamento del Congreso para erradicar las expresiones sexistas y utilizar el lenguaje de forma que no se invisibilicen la existencia, las realidades y las contribuciones de las mujeres y de manera que no se las considere como subalternas o subordinadas a los hombres.
Se trata de la segunda medida impulsada por PSOE y Sumar encaminada a integrar el lenguaje inclusivo de género en el funcionamiento de la cámara baja.
En diciembre, el Congreso aprobó una guía para el uso no sexista del lenguaje y la comunicación en el ámbito de la Administración parlamentaria, un objetivo que mandata el Plan de Igualdad de las Cortes Generales.
En esta ocasión, PSOE y Sumar quieren acometer el cambio del Reglamento, la normativa que rige el funcionamiento de la cámara baja.
Fuentes parlamentarias han explicado a Efe que la reforma del reglamento se trata de un cambio "puramente formal", no de contenido de la norma, y que las modificaciones propuestas han contado con "asesoramiento jurídico" para que tengan "todas las garantías".
Así, por ejemplo, para evitar el uso masculino del término "diputados", en el artículo 85 -sobre votaciones- se recurre a la expresión "miembros de la cámara".
En el artículo 25, se proponen fórmulas alternativas: "nadie podrá formar parte de más de un grupo parlamentario" o "quienes, conforme a lo establecido en los artículos precedentes, no quedaran integrados en un grupo parlamentario, en los plazos señalados, quedarán incorporados al Grupo Mixto".
También se pretende sustituir "presidente" y "vicepresidente" por "presidencia" o "vicepresidencia". Lo mismo sucede con "secretario", que se cambiaría por "secretaría".
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha destacado -en declaraciones difundidas por escrito- la necesidad de "continuar consolidando el uso del lenguaje inclusivo".
"Sabemos que aquello que no se nombra no existe y sabemos también que las instituciones tienen que avanzar al mismo ritmo que avanza la sociedad, dando ejemplo y mostrando compromiso con las reivindicaciones en favor de la igualdad", ha sostenido.
Armengol ha recordado que la introducción en el reglamento del lenguaje inclusivo con perspectiva de género forma parte del Plan de Igualdad de las Cortes y ha asegurado que se seguirán desplegando acciones que permitan "avanzar hacia la igualdad efectiva dentro y fuera de la cámara".
Por su parte, la vicepresidenta tercera del Congreso (Sumar), Esther Gil de Reboleño, ha enfatizado que esta reforma del reglamento "supone un impulso necesario para la transformación feminista" de las instituciones y "refuerza los principios constitucionales del artículo 14" sobre la igualdad de la ciudadanía.
Gil de Reboleño ha denunciado que "el lenguaje sexista es una fuente de perpetuación de estereotipos y desigualdades de género" y ha defendido que esta revisión busca la transformación hacia una sociedad más justa e igualitaria.
Ya en la reforma del reglamento que se hizo para la utilización de las lenguas cooficiales se introdujo una disposición adicional que decía que "en el plazo más breve posible" se acometería una revisión del mismo "para adecuarlo al lenguaje inclusivo de género".
Fuentes de Sumar indicaron a EFE que no cree que la propuesta "encuentre obstáculos" porque "en el Congreso, al igual que en la sociedad, hay una mayoría feminista que entiende esta transformación".