La clasificación de la selección de fútbol para los Juegos Olímpicos por primera vez en la historia es un hito para el deporte femenino español, que debutó en la gran competición universal hace un siglo, también en París, con las tenistas Lilí Álvarez y Rosa Torras, y que solo tenía la gran asignatura pendiente del balompié.
Tras las plazas olímpicas logradas el pasado verano por la pentatleta Laura Heredia y por la boxeadora Laura Fuertes, deportes en los que tampoco había habido representación femenina española hasta ahora, el fútbol era el único deporte de tradición olímpica sin antecedentes, a excepción de los 'deportes adicionales' del programa, surf y escalada, que debutaron en Tokio 2020, y 'breaking', que lo hará este año en París.
La clasificación de las futbolistas es, además, justa, porque hasta ahora el torneo que repartía las plazas olímpicas europeas era la Copa de Mundo, que España ganó en 2023. Pero esta vez se cambió el criterio y se concedió la condición de torneo clasificatorio a la nueva Liga de Naciones, lo que obligaba a las españolas a repetir su buena actuación para asegurarse los Juegos.
La clasificación se ató este viernes con la victoria sobre Países Bajos por 3-0 en semifinales de la Liga de Naciones.
El debut femenino de España en un escenario olímpico pudo ocurrir en 1920, cuando las tenistas ‘Panchita’ Subijana y Lily Rózpide fueron convocadas para la cita de Amberes. Pero ninguna se desplazó finalmente a Bélgica.
Fueron Lilí Álvarez y Rosa Torras las que tuvieron en 1924 el honor de ser las primeras, que aprovecharon al máximo, porque participaron en los tres torneos: individual, dobles y dobles mixtos.
El mejor resultado fueron los cuartos de final de Álvarez en el cuadro individual.
No hubo más participación femenina española hasta los Juegos de Roma 1960, en los que debutaron en gimnasia, natación y esgrima.
En Múnich'72 se estrenaron las mujeres españolas en tiro con arco, en Montreal'76 en atletismo (con la recordada Carmen Valero), en Los Ángeles'84 en tiro, en Seúl'88 en tenis y en vela y en Barcelona'92, ayudadas por su papel de anfitrionas, en bádminton, baloncesto, balonmano, ciclismo, esgrima, hockey, judo, piragüismo, tenis de mesa y voleibol.
En hípica y remo debutaron en Atlanta'96, en halterofilia, taekwondo y triatlón en Sídney 2000, en lucha en Pekín 2008, en golf y rugby en Río 2016 y en kárate y skateboarding en Tokio 2020.
Cubierto el hueco del fútbol, quedan aún opciones de mejorar la participación femenina española en los nuevos deportes.
En escalada, las opciones de las españolas de acudir a París pasan por obtener uno de los diez billetes en juego en la combinada y los cinco en velocidad en las series clasificatorias olímpicas entre marzo y junio de este año.
Los Juegos Mundiales de Surf que se disputan la semana próxima en las playas de Arecibo (Puerto Rico) son la cita en la que las surfistas españolas se juegan el todo por el todo de cara a París. Participan Nadia Erostarbe, Janire González y Lucía Machado. Las siete mejores entre las que no estén ya clasificadas obtendrán el pase para la competición olímpica, trasladada a la idílica Teahupoo, en Tahití.
En París 2024 debutará otra disciplina, el 'breaking', tanto para hombres como para mujeres.
Aunque ya está eliminado del programa, el sóftbol es el otro deporte en el que las españolas nunca fueron olímpicas. Esta disciplina estuvo en el calendario de los Juegos en las ediciones de 1996, 2000, 2004, 2008 y 2020.
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