La deserción del ruso se dio a conocer el pasado septiembre, cuando la inteligencia militar ucraniana (GUR) publicó unas imágenes
El cadáver del piloto ruso que desertó en un helicóptero a Ucrania y que fue asesinado en Villajoyosa hace ocho días, Maxim Kuzmínov, continúa en el Anatómico Forense de Alicante a la espera de que concluya su identificación de forma oficial.
El pasado martes, Kuzmínov fue acribillado con media docena de disparos en la rampa del garaje de la urbanización de La Cala de Villajoyosa donde vivía alquilado desde hacía cuatro meses por parte de unos desconocidos, se cree que al menos dos, que hicieron pasar el vehículo en el que huyeron por encima del cuerpo del asesinado antes de dirigirse a la cercana población de El Campello, donde calcinaron el coche.
El cuerpo fue levantado por orden de un juez de Villajoyosa y desde entonces se halla en una de las cámaras frigoríficas de las dependencias judiciales del Instituto de Medicina Legal de Alicante, que se ubica en el recinto del tanatorio de La Siempreviva, a la espera de lo que determine el juzgado de Villajoyosa que lleva el caso.
Se sabe que el asesinado es Kuzmínov porque así lo han desvelado responsables de las inteligencias rusa y ucraniana en los últimos días a través de varios medios de comunicación de sus respectivos países.
Desde un principio, los investigadores de la Guardia Civil barajaron que se trataba de un ajuste de cuentas aunque en ese primer momento no se podía intuir la relevancia de la víctima, que tras la deserción protagonizada en agosto de 2023 había obtenido una nueva identidad con un nuevo pasaporte ucraniano.
Fuentes del caso han informado este miércoles a EFE de que en estos momentos se trabaja para la identificación oficial a través de los métodos científicos preceptivos, como son las huellas dactilares, el ADN o la dentadura, sin que haya concluido aún el proceso.
La deserción del ruso se dio a conocer el pasado septiembre, cuando la inteligencia militar ucraniana (GUR) publicó unas imágenes en las que el piloto, que entonces tenía 28 años, explicaba cómo fue contactado por Ucrania, que le ofreció pasarse al lado ucraniano a cambio de dinero y protección.