El ciudadano paquistaní encarcelado provisionalmente en la cárcel de Estremera por supuestamente matar a tres hermanos en Navidad en Morata de Tajuña habría matado a su compañero de celda con una pesa que el fallecido habría robado del gimnasio del penal, han informado a Europa Press fuentes de la investigación.
Esa mancuerna, de 2,5 kilos de peso, fue localizada en la celda tras el crimen, que ocurrió hace unos días de madrugada. Los funcionarios de prisiones habían echado en falta ese elemento del gimnasio hacía más de un mes y no sabían dónde se encontraba, lo que había sido comunicado a la dirección del centro.
El supuesto asesino de Morata, Dilawer Hussein F.C., no llevaba tanto tiempo compartiendo celda con el fallecido, Ángel A.V., un ciudadano búlgaro de gran corpulencia, de 40 años, y con numerosos antecedentes.
El paquistaní confesó a los agentes que le habría matado por problemas de convivencia en la celda y por una pelea previa esa noche, aunque los funcionarios no reportaron incidentes ni broncas ese día ni anteriores entre ambos, ya que en ese caso les habrían separado de cubículo. De hecho, fuentes penitenciarias consultadas por Europa Press aseguran que jugaban frecuentemente al ajedrez.
Tras pasar a disposición judicial, Dilawer continúa en una celda de aislamiento, en la que podría permanecer varias semanas. Se trata de una celda con cristales, con vigilancia rigurosa y cacheo especial cuando sale y entra de la misma para pasar sus tres horas de patio diarias por falta disciplinaria muy grave. Posteriormente, se decidirá si se le trasladará a otro penal.
Desde que entró en la cárcel el 24 de enero hasta el nuevo asesinato la madrugada del 15 de febrero el ciudadano paquistaní convivía con el búlgaro en el módulo 12, el que aglutina a los presos más conflictivos. Y es que preso fallecido tenía antecedentes por violencia de género, agresión sexual, lesiones y robos.
Ángel se encontraba en prisión provisionalmente actualmente en Estremera por haber maltratado cruelmente a su pareja. Había pisado ya las cárceles de Torrecica (Albacete) y la de Ocaña (Toledo) y contaba con varios informes carcelarios negativos por mal comportamiento.
Dilawar será sometido a un examen médico para evaluar su estado psicológico y descartar así cualquier tipo de enajenación mental. Al ingresar en la cárcel se le practicó un reconocimiento médico y psicológico, sin que se le detectasen enfermedades. No obstante, según algunos vecinos del supuesto homicida, este consumía habitualmente hachís y marihuana.
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