Las pruebas que realizaron a la menor en urgencias diagnosticaron una fractura en la parte izquierda del cráneo, hematomas en la cabeza y en la mejilla derecha
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 15 años de cárcel a la niñera acusada de intentar matar a golpes dos veces en 2018 a una niña de casi 2 años a la que cuidaba en un domicilio de la capital madrileña.
La sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, considera a R.D. autora de un delito de asesinato en grado de tentativa por el que le impone dicha pena, seis años de libertad vigilada y una orden de alejamiento de 500 metros de la menor durante 20 años, así como que pague una indemnización de 18.000 euros.
El tribunal aplica las circunstancias atenuantes de la pena por dilaciones indebidas por el periodo de paralización del procedimiento de tres años desde que tuvieron lugar los hechos y por reparación del daño ya que la procesada, que se ha declarado insolvente, pagó 3.000 euros en concepto de indemnización.
La Sala declara probado que la acusada, encargada desde 2016 de cuidar a la menor y a sus dos hermanos, cuando el 28 de febrero de 2018 estaba a solas con la menor la golpeó con un objeto contundente no identificado.
Añade que sobre las cuatro y media del 13 de marzo de ese año la acusada, estando a solas con la niña, la volvió a golpear en la cabeza, bien con algún objeto o contra algún objeto o superficie, sabiendo la alta probabilidad de causarle la muerte.
Las pruebas que realizaron a la menor en urgencias diagnosticaron una fractura en la parte izquierda del cráneo, hematomas en la cabeza y en la mejilla derecha, un edema y una vértebra rota.
La sentencia explica que estas lesiones las provocó la acusada el 13 de marzo por uno o varios golpes, según se desprende de los informes de los forenses.
La menor quedó ingresada de forma inmediata en una unidad de reanimación del servicio de neurocirugía con el fin de poder controlar la evolución de sus lesiones ante el riesgo vital de las mismas durante dos meses y fue dada de alta el 19 de marzo de 2018.
Como ni el fiscal ni la acusación particular han pedido como pena una orden de alejamiento de la acusada de 500 metros respecto de los dos hermanos de la menor, el tribunal deja sin efecto esta medida que adoptó en 2018 de forma cautelar.
La condenada se encontraba ya en prisión provisional desde el pasado 29 de noviembre, tras una petición del fiscal, que alegó que existía riesgo de fuga.