El PP rozaría la mayoría absoluta en el Parlamento de Andalucía de celebrarse hoy elecciones autonómicas, con una estimación de voto del 46,8 por ciento, frente al 37,7 por ciento que obtendrían los socialistas, que perderían 11,2 puntos respecto al resultado de las últimas elecciones andaluzas.
Esta es una de las conclusiones del Barómetro de Opinión Pública de Andalucía 2010 (BOPA) que elabora desde hace más de una década el Instituto de Estudios Sociales Avanzados del CSIC y que hoy se ha presentado en Sevilla.
Este triunfo electoral del PP, que supera al PSOE en más de nueve puntos en estimación de voto, supone el mejor vaticinio demoscópico para los populares desde que se realiza el BOPA, considerado el sondeo político y social más sólido de Andalucía pues se basa en 3.655 encuestas personales y acumula una base de datos de más de una década.
Los populares suben 7,9 puntos en estimación de voto respecto al 38,9 por ciento de voto que obtuvieron en los últimos comicios andaluces, en 2008, con una hipótesis de abstención del 29 por ciento.
Los socialistas bajan del 48,9 por ciento de votos registrados en 2008 a una estimación de voto del 37,7 por ciento, la más baja desde que se elabora el BOPA, cuyo trabajo de campo de esta edición se realizó del 18 de octubre al 18 de noviembre pasados.
IU aumenta del 7,1 por ciento de votos de los últimos comicios andaluces a una estimación de voto del 8,2 por ciento.
No se aprecian cambios significativos en el respaldo electoral al Partido Andalucista (PA), al que votaron el 2,8 por ciento de andaluces en 2008 y que hoy suma una estimación de voto del 2,9 por ciento, mientras que el partido de Rosa Díaz, UPyD, que logró el 0,6 por ciento se sufragios en 2008 triplica esta tasa con una intención de voto del 1,7 por ciento, aunque ambos partidos seguirían fuera del Parlamento andaluz.
Estos pronósticos electorales se producen en la situación de mayor pesimismo político y económico detectada en Andalucía desde 1997, cuando se comenzó a elaborar el BOPA, y con la peor valoración de los principales partidos y líderes políticos.
El 67 por ciento de los encuestados tienen una valoración negativa de la situación política, porcentaje que aumenta hasta el 83,4 por ciento cuando se pronuncian sobre la coyuntura económica.
El paro sigue siendo el problema que más preocupa a los andaluces, con un 90 por ciento de encuestados que así lo declaran, y llama la atención que "el mal ambiente político", que no aparecía de forma significativa en los anteriores BOPA se sitúa ahora como el tercer problema más importante para los andaluces, al señalarlo como tal el 9,2 por ciento de los encuestados.
En este ambiente de pesimismo político y económico destaca que el 69,5 por ciento de los encuestados considera deseable un cambio del gobierno en Andalucía, frente al 20 por ciento que opina lo contrario.
"Hay un cambio no solamente coyuntural sino muy significativo en cuestión de un año tanto en intención de voto como en valoración de los partidos y de los líderes políticos" en Andalucía, ha subrayado Eduardo Moyano, director del IESA.
Esta apuesta por un relevo del PSOE en la Junta de Andalucía por el PP se evidencia también en indicadores como el empate entre los andaluces que creen que los populares lo harían mejor (22,2 por ciento) o peor (25,5 por ciento) que los socialista o que el PSOE y el PP también empaten respecto a su futura gestión de la educación o el urbanismo.
El PSOE sólo mejora las perspectivas de su gestión frente al PP en política sanitaria, con el 30,4 por ciento frente al 22,9 por ciento de encuestados que opinan que lo haría mejor, mientras que los populares superan a los socialistas en la política económica, con el 30,2 por ciento de respaldo frente al 20,5 por ciento.
Al 35 por ciento de los andaluces le gustaría que el PP ganase los próximos comicios autonómicos, el mayor porcentaje conocido, frente al 25,8 por ciento que prefieren al PSOE.
El porcentaje de encuestados que cree que los populares ganarán las elecciones andaluzas, el 34,5 por ciento, iguala por primera vez al 35,5 por ciento que siguen pensando que el vencedor será el PSOE tras un ascenso significativo de los populares.
En cuanto a la valoración de los líderes, José Antonio Griñán es puntuado por los andaluces con 4,75 puntos sobre diez, Javier Arenas (PP) con 4,56 puntos y Diego Valderas (IU) con 4,06, y los tres obtienen una valoración peor que en 2009, cuando lograron 5,23, 4,64 y 4,44 puntos, respectivamente. Rosa Díez logra la mejor puntuación de este sondeo, con 5,04 puntos y es la única líder que logra un aprobado.
La situación económica
Además, del ámbito político, según el BOPA el 83,4 por ciento de los andaluces considera que la situación económica de Andalucía en estos momentos es mala o bastante mala; un 13,4 por ciento la ve regular, y un 2,5 la califica de buena o bastante buena, mientras que el 45,3 por ciento califica de mal o muy mal las medidas de la Junta para hacer frente a la crisis, un 22,4 por ciento de “ni bien ni mal” y un 13,6 por ciento de bien o muy bien.
Para el 67,5 por ciento de los andaluces, la situación general de Andalucía es mala o bastante mala, mientras que un 22 por ciento la considera regular y sólo un 10 por ciento la ve buena o bastante buena. Para el 38,2 por ciento, la situación estará algo o bastante peor dentro de un año, mientras que un 26,2 por ciento la ve igual y un 24,8, algo o bastante mejor.
En cuanto a las medidas del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para hacer frente a la crisis, un 56,3 por ciento las ve mal o muy mal, un 18,6 las califica de “ni bien ni mal” y un 11,7 por ciento considera que bien o muy bien.
Respecto a las medidas que propone el PP para hacer frente a la crisis, el 41,6 por ciento las ve mal o muy mal, un 20 por ciento las considera ni bien ni mal, y un 10 por ciento cree que bien o muy bien, al tiempo que un 11,7 por ciento estima que no propone nada.
Los tres problemas más importantes que tiene Andalucía en estos momentos son, por este orden, el paro (89,6 por ciento de los encuestados), la crisis económica (23 por ciento), y el mal ambiente político (9,2 por ciento).