Según el escrito de la Fiscalía el proceso de radicalización de K.K. se materializó especialmente en Facebook, donde realizó una clara labor de enaltecimiento
Un acusado de planear atentados yihadistas detenido en 2021 en Santa Olalla ha aceptado este lunes en un juicio celebrado en la Audiencia Nacional ser condenado a tres años y cinco meses de prisión tras reconocer los hechos y mostrarse arrepentido.
Fruto del acuerdo de conformidad con el acusado el fiscal ha rebajado su petición inicial de ocho años de cárcel al estimar que hay que aplicar la circunstancia atenuante de confesión tardía a los delitos que cometió de autoadoctrinamiento y enaltecimiento terroristas.
De esta forma la sentencia reflejará los hechos contenidos en el escrito del fiscal que ha reconocido el acusado, el ciudadano marroquí K.K., detenido el 28 de junio de 2021, fecha desde la que se encuentra en prisión provisional.
Según el escrito de la Fiscalía el proceso de radicalización de K.K. se materializó especialmente en Facebook, donde realizó una clara labor de enaltecimiento público de los idearios yihadistas más radicales previo autoadoctrinamiento, y por sus mensajes y actividad virtual "pudiera estar realizando los pasos necesarios para un atentado terrorista y dispuesto a cometerlo".
En este sentido destaca su "profusa actividad en la búsqueda de información sobre electrónica, componentes eléctricos, armas, armerías, seguridad en redes sociales, preparación física, artes marciales, ideología yihadista y lobos solitarios".
Además en sus dispositivos se encontró una ingente cantidad de manuales de ámbito terrorista en los que "paso por paso se muestra la forma de confeccionar armas, explosivos o venenos", así como de elementos químicos, bacteriológicos y radiológicos y sobre armas blancas y de fuego para usarlas en atentados terroristas.
El fiscal concluye que "se puede afirmar que el concepto de actor solitario más que nunca es fiel y literal al acusado ya que es una persona que ha podido completar su proceso de radicalización, formación y acción sin acudir ni contactar con nadie y sin la necesidad de solicitar ayuda a nadie, todo ello con el fin de materializarlo en la comisión de delitos de terrorismo".
Por otro lado el fiscal señala que el acusado ha mantenido respecto a sus hijos gemelos, de 15 años, una severa educación como se pone de manifiesto en conversaciones telefónicas en las que les recrimina el más mínimo incumplimiento de las exigencias de la abstinencia en el periodo de Ramadán.
"Sin que se haya podido acreditar su expreso adoctrinamiento es evidente que les ha colocado cuando menos en peligro de radicalización religiosa violenta tal como se deduce de la información que tenían los dispositivos a los que de manera habitual podían tener acceso sus hijos, como archivos que hacían alusión al reclutamiento de niños para incluirles en las filas del Estado Islámico", relata el fiscal.
Ademas de todo ello K.K. difundió en redes sociales mensajes yihadista incitando a cometer atentados "siendo claro exponente de ello la publicación del Manual del Terrorista" y de otros contenidos de Dáesh y sus acciones.