Tres compañeras de trabajo del conductor asegura que goleparon su coche con botellas, sillas y patadas
Tres testigos del atropello mortal registrado el pasado domingo en el Polígono Store de Sevilla dijeron ayer al juez que el conductor pretendía huir de un grupo de diez o quince hombres que golpeaban su vehículo con botellas, sillas y patadas.
Las testigos, tres compañeras de trabajo del autor del atropello, negaron que el conductor embistiese varias veces a la víctima, como afirmó a los periodistas el pasado 13 de diciembre el jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial, Manuel Piedrabuena.
Por estos hechos cumple prisión incondicional el conductor J. F. G. D, de 26 años, mientras que el copiloto, M. C. H, de 24, está imputado por omisión del deber de socorro.
Las testigos relataron al juez de instrucción 14 de Sevilla que en la madrugada del pasado domingo día 12 coincidieron en un salón de celebraciones del Polígono Store tres cenas de Navidad distintas y que unos minutos antes del atropello se había producido un primer incidente entre dos de ellos.
Las chicas explicaron que un amigo del conductor había salido a la calle para llamar por móvil y presenció como dos jóvenes pertenecientes al otro grupo le robaban los espejos retrovisores de su coche, tras lo cual huyeron del lugar.
J. F. G. D, a la vista de lo que le contó su amigo, se dirigió al grupo para pedir explicaciones, momento en el que se produjo una primera pelea entre los dos grupos, en los que todos habían consumido alcohol pues la cena incluía barra libre.
Cuando J. F. G. D. subió a su coche, un grupo de entre diez y quince personas comenzó a golpearlo con botellas, sillas y patadas, por lo que el acusado arrancó para huir y atropelló a Manuel Alías García, de 30 años, según este testimonio, en el que negaron que antes hubiese comentarios soeces hacia las mujeres por parte del grupo del atropellado.