Pero no. Eso sólo no es. Y ahora, el fotógrafo y productor Rubén Guillem trae un pedazo de su auténtica realidad en forma de exposición fotográfica para que el onubense pueda apreciar también que allí donde hay sombra, hay luz, donde hay llanto, sonrisa, y donde el pasado es omnipresente, también el futuro, tímido, empieza a brotar.
La muestra, que lleva por nombre un alegato a la esperanza, ‘Afganistán posible’, estará presente en la Biblioteca Provincial hasta el próximo 21 de enero. Su autor, que ha podido realizarla gracias a la producción de la Fundación Tres culturas del Mediterráneo en colaboración con la Embajada de Estados Unidos, muestra en ella escenas tan normales, a priori, como niños disputando un partido de voleibol, peces secándose al raso para su posterior venta, retratos de ciudadanos o el bullicio de un mercado en un día de compra.
Este martes fue la presentación por parte del delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Huelva, Juan José Oña, y el propio fotógrafo. En el completo manual que acompaña a la exposición, Guillem explica sobre este proyecto que “Afganistán es un país que te cautiva”, y hace referencia a esa distorsión que a veces dificulta apreciar los lugares tal y como son: “Antes de ir ya era para mí un nombre mítico, un lugar peligroso, indomable, lleno de guerreros malcarados y duros (...). Una vez allí, la opinión que uno tenía cambia radicalmente; es todo eso y mucho más”. “Es un territorio inhóspito en su mayor parte, castigado por años de conflicto bélico, arrasado -prosigue-, y, sin embargo, los afganos viven, y lo hacen con alegría, con una hospitalidad única en el mundo”. Sorprendente.
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