La duración de los contratos inscritos en los servicios públicos de empleo se situó en enero en una media de 48,95 días, su cifra más baja en este mes desde 2006, a pesar de que la reforma laboral introdujo penalizaciones a los contratos de muy corta duración y de que estableció el contrato indefinido como el ordinario, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) recogidos por Europa Press.
En concreto, la reforma laboral contempla una cotización adicional a pagar por los empresarios a la finalización de los contratos temporales de menos de 30 días que, actualmente, está fijada en 29,74 euros.
No obstante, la Orden definitiva de Bases de Cotización para 2024, que se publicará próximamente, elevará esta penalización en torno a un 5%, hasta los 31,22 euros, en consonancia con el aumento que experimentará la base mínima (+5%, lo mismo que el salario mínimo interprofesional).
Esta penalización fue concebida como una forma de desincentivar a las empresas a hacer contratos muy cortos, de días o de apenas cuatro semanas.
La duración media de los contratos de enero (48,95 días) es la menor de un mes de enero desde el inicio de la serie en 2006, año en el que este indicador se situó en 86,80 días de media. A partir de aquel ejercicio, la duración media de los contratos registrados en los meses de enero, en el que finalizan muchos contratos por la campaña de Navidad, comenzó a descender.
En enero de 2021, cuando aún no estaba vigente la reforma laboral, la duración media de los contratos ya era de 53,74 días, porcentaje que se redujo a 52,21 días en enero de 2022 y a 51,82 días en enero de 2023.
SUBEN LOS CONTRATOS TEMPORALES EN EL PRIMER MES DEL AÑO
En enero de este año se registraron 1.185.600 contratos, un 1,2% menos que en el mismo mes de 2023. De todos ellos, 506.622 fueron contratos indefinidos, cifra casi un 4,5% inferior a la de un año antes, y 678.978 fueron contratos temporales, casi un 1,3% más que en igual mes de 2023.
En total, los contratos temporales representaron el 52,27% de la contratación efectuada en el primer mes del ejercicio, mientras que el 42,73% fueron contratos indefinidos, porcentaje que supera el registrado en diciembre, cuando la proporción de contratos fijos fue del 37,14%.
Según los datos del SEPE, uno de cada cinco contratos firmados en enero (244.745 contratos) duraron menos de una semana, mientras que 66.664 contratos (el 5,6% del total) duraron entre 7 y 15 días. Además, se firmaron 90.143 contratos con una duración de entre 15 días y un mes, el 7,6% del total.
De esta forma, un tercio de los contratos firmados en enero (33,8%) presentaron una duración inferior a un mes.
BAJAN LOS CONTRATOS A TIEMPO PARCIAL Y LOS FIJOS-DISCONTINUOS
La caída interanual de la contratación indefinida en enero fue consecuencia de los descensos de los contratos a tiempo parcial y de los fijos-discontinuos, pues los de tiempo completo sí aumentaron respecto a enero de 2023.
En concreto, se realizaron 243.365 contratos indefinidos a tiempo completo, un 2,9% más que en enero del año pasado; 146.368 contratos fijos-discontinuos (-15,8% interanual) y 116.889 contratos indefinidos a tiempo parcial (-2,5%).
Algunos expertos señalan que, aunque la reforma laboral ha impulsado al alza la conversión de trabajadores temporales en indefinidos, tanto en el fijo ordinario como en el fijo-discontinuo, también ha elevado la "mortalidad" de los contratos indefinidos ordinarios, de forma que, aunque se hacen más contratos de esta modalidad, su duración es menor.
Así lo indica Fedea en un reciente informe en el que realiza una evaluación preliminar de la reforma laboral del año 2021 utilizando una base de datos que cubre todos los registros diarios de creación y destrucción de afiliados a la Seguridad Social.
De acuerdo con las conclusiones de Fedea, aunque la reforma laboral ha demostrado ser "muy eficaz" en la reducción de la tasa de temporalidad "contractual", no lo ha sido tanto en la mitigación de la precariedad o inestabilidad laboral.
Fedea señala que la estrategia seguida por la reforma española ha consistido en restringir "drásticamente" el recurso a los contratos de duración determinada o temporales "sin variación alguna de la flexibilidad de los contratos indefinidos ordinarios".
Según la entidad, el mercado laboral español tiene unos patrones en el calendario "muy marcados": contrata el lunes para despedir el viernes, contrata sólo para el fin de semana y contrata el primer día de mes para despedir el último día de mes.