Los Estados miembros dieron luz verde al acuerdo político que alcanzaron a finales de enero sobre la primera fase en este proceso
Los gobiernos de la Unión Europea (UE) confirmaron este lunes el acuerdo para identificar y separar los beneficios extraordinarios derivados de los activos del Banco Central de Rusia que están congelados en cuentas europeas, lo que supone un primer paso para transferirlos en última instancia a Ucrania.
Los Estados miembros dieron luz verde al acuerdo político que alcanzaron a finales de enero sobre la primera fase en este proceso y "allana el camino" para que la UE pueda decidir en un futuro utilizar estos recursos para financiar la recuperación y reconstrucción de Ucrania, según informó en un comunicado el Consejo de la Unión Europea.
En la UE hay unos 200.000 millones de euros en reservas del Banco Central Ruso y cerca de 30.000 millones en activos privados congelados por las sanciones a Moscú, que se encuentran inmovilizados sobre todo en entidades financieras depositarias de valores, en su gran mayoría en la belga Euroclear.
Estos depositarios no pueden transferir a los sancionados los ingresos que producen sus activos por el pago de cupones o amortizaciones, lo que genera una acumulación de efectivo en su balance que tienen que reinvertir para cumplir con las normas de gestión de riesgo, lo que les reporta beneficios por intereses.
Estos "beneficios excepcionales" generados por los activos del Banco Central de Rusia son los que el Ejecutivo comunitario quiere dirigir a "largo plazo" a la reconstrucción de Ucrania ya que, según argumentaron fuentes de la institución, no existirían de no ser por la inmovilización de los activos decidida por la UE.
En concreto, los Veintisiete han acordado que las entidades que tengan cuentas de más de un millón de euros de reservas del Banco Central de Rusia deben contabilizar por separado los saldos extraordinarios de efectivo acumulado a raíz de las sanciones y los ingresos correspondientes. Dichas entidades tendrán prohibido disponer de los beneficios netos de estos ingresos.
No obstante, y a la luz de los riesgos y los costes que supone mantener esos activos y reservas en su balance, las entidades financieras depositarias podrán pedir a las autoridades de supervisión de su país que autoricen la liberación de una parte de dichos beneficios extraordinarios para cumplir con los requisitos de capital y gestión de riesgos.
El acuerdo confirmado hoy corresponde tan solo a la primera parte del proceso, la de identificar y separar los beneficios extraordinarios, y la decisión política sobre su transferencia a Ucrania genera muchos dudas entre los Veintisiete.
De hecho, cuando la Comisión Europea presentó en diciembre su propuesta para la primera etapa no precisó cómo, cuándo y qué parte de estos beneficios se dirigirán a Kiev, ni tampoco fijó un plazo o condición para dar el segundo paso.
En cualquier caso, la utilización de los activos rusos congelados es independiente del nuevo paquete de ayuda económica a Ucrania que el bloque ha acordado recientemente con una dotación de 50.000 millones de euros hasta 2027 entre préstamos y ayudas directas.