Rescatadas cuatro personas atrapadas en su vehículo en la capital por la crecida del Guadalquivir

Efectivos de Bomberos y agentes de la Policía Local de Sevilla han rescatado en la mañana de este jueves a cuatro personas --dos adultos y dos niños-- que habían quedado atrapados en su vehículo, un Ford Focus, en un camino que va desde la Ronda Súper Norte al Charco de la Pava, junto al canal del arroyo de Miraflores, cuando el conductor se dirigía a llevar a los jóvenes a un centro escolar.

En un comunicado de prensa, la Delegación de Convivencia y Seguridad ha informado de que fue en torno a las 8,10 horas de este jueves cuando recibieron un aviso por parte del servicio de Emergencias 112 alertando del hecho. En concreto, el conductor del vehículo y los tres ocupantes transitan a diario por el citado camino para evitar el tráfico por otras zonas de la ciudad, y no se percató de la crecida del río Guadalquivir, que había inundado la carretera y había provocado una laguna de 1,5 metros de profundidad en la que quedó atrapado el vehículo.

Al lugar de los hechos acudieron efectivos de la Policía Local y dos dotaciones de Bomberos, una de ellas el equipo acuático, cuyos especialistas lograron sacar el vehículo del agua y rescatar los enseres del interior en torno a las 9,15 horas. Hay que destacar que un árbol que había en la zona impidió que, finalmente, el vehículo terminase en el canal.

En concreto, los cuatro ocupantes salieron por sus propios medios hasta la llegada de los servicios municipales, que auxiliaron a las personas ofreciéndoles ropa de los efectivos de Bomberos y de la Policía Local, todo ello hasta que llegaron sus familiares. La Policía Local ha procedido al cierre de la vía y ha realizado el correspondiente informe de la actuación, a la espera de que el vehículo sea retirado por la grúa.

La Delegación de Convivencia y Seguridad ha destacado la crecida del río Guadalquivir, que a las 9,00 horas presentaba una cota de 5,63 metros sobre el nivel del mar a su paso por el término municipal de Sevilla y cuyas orillas se han expandido entre 20 y 25 metros, motivo por el que ha aconsejado quitar del exterior de la vivienda aquellos objetos que puedan ser arrastrados por el agua, y revisar, cada cierto tiempo, el estado del tejado, el de las bajadas de agua de edificios y de los desagües próximos.

Además, ha recomendado a la ciudadanía colocar los documentos importantes y, sobre todo, los productos peligrosos, en aquellos lugares de la casa en los que el riesgo de que se deterioren por la humedad o se derramen sea menor. Si llegara a inundarse la vivienda, es fundamental abandonar cuanto antes los sótanos y plantas bajas, así como desconectar la energía eléctrica, utilizando preferentemente linternas para el alumbrado.