Las fuentes de la ciudad son objeto de deseo de los vándalos

El Ayuntamiento de Cádiz destina unos 240.000 euros anuales al arreglo de estos equipamientos ornamentales, cifra que se ve disparada por las gamberradas ya que son las que más inversión requieren en su reparación

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  • En los últimos meses han tenido que ser repuestas dos cabezas de las tortugas que dan nombre a la fuente de Canalejas. -
  • Un alto número de los arreglos vienen motivados por la falta de civismo de algunos ciudadanos
  • Las fuentes del Parque Genovés y la Alameda son las que han necesitado más reparaciones
La capital gaditana concentra un gran número de fuentes ornamentales en plazas y jardines con el fin de adornar y completar una estampa más bella y acogedora de cada rincón de la ciudad. Su mantenimiento, para que siempre esté en perfecto estado tanto de limpieza como de funcionamiento, requiere una inversión, pero esta se dispara motivada principalmente por los vándalos, que convierten estos equipamientos en uno de sus objetos preferidos a la hora de actuar.
Tanto es así que 3 de cada 10 actuaciones de reparaciones que se efectúa en estas fuentes son por vandalismo. Podría decirse que en número tampoco parecen demasiadas, pero es que además son las que más destrozos provocan y por tanto, un mayor trabajo e inversión en su reparación.
Concretamente, el Ayuntamiento de Cádiz destina un presupuesto de licitación que ronda los 240.000 euros anuales para tal fin, cifra que podría ser bastante inferior si los trabajos se limitaran a mantenimiento y limpieza.
En los últimos dos años, los empleados de mantenimiento se han visto obligados a actuar hasta en 32 ocasiones en algunas de las fuentes ornamentales de la ciudad, lamentablemente por motivos ajenos al mantenimiento periódico de las mismas, unas veces por arreglos eléctricos o del sistema de bombeo, y otras por ser objeto de alguna gamberrada.
Así, en las cinco fuentes de extramuros sometidas a este análisis, se actuó en nueve ocasiones, siendo la mayoría de las actuaciones en las del casco histórico donde se realizaron 23 entre las ocho fuentes seleccionadas.

Reparaciones
En total, de las 32 actuaciones realizadas en ellas, 16 fueron por arreglos puntuales del funcionamiento de las mismas, tres por reposiciones de alguna de las piezas ornamentales, una por los daños causados por una accidente de tráfico, y 12 para eliminar o restaurar los daños causados por el vandalismo.
Las fuentes que se encuentran en el Parque Genovés han sido las que más actuaciones han necesitado en estos dos años, hasta un total de ocho veces. Por las condiciones de horario del pulmón verde del casco histórico, menos expuesto al vandalismo, sólo una de esas actuaciones fue motivada por una gamberrada. Con cinco reparaciones se sitúa detrás la Alameda Apodaca y con cuatro la Fuente de Las Tortugas. Es curioso que las tortugas que dan nombre a este equipamiento has sido decapitadas en dos ocasiones, teniendo que ser repuestas las cabezas, que a su vez son la salida del chorro de agua.
Reposición de piezas de mármol y azulejos, tapado de grietas, arreglos de contadores, cloradores, filtros, tuberías y cuadros eléctricos, centran el resto de actuaciones en este periodo.

Destrozos
De ese orden normal se escapa la fuente de la plaza de Puntales, donde los vándalos se han cebado con la estatua de la misma en dos ocasiones, una vez rompiendo la mano y en la otra el brazo completo, teniendo que ser repuesto.
Y ajeno a motivos de vandalismo o tareas de mantenimiento es la reparación que se desarrolló en la fuente que se encuentra en Bahía Blanca ante el Instituto Hidrográfico, cuando el pasado mes de septiembre resultó dañada por un accidente de tráfico.
En conclusión, la fuerte inversión que se realiza para el buen mantenimiento de estos equipamientos debería ser muy inferior si todos los ciudadanos actuaran con civismo, y no sólo unos pocos.

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