En el centro de Londres, un grupo de protestantes forzó ayer al citado almacén de Oxford Street a cerrar sus puertas a los clientes en uno de los días más activos del comercio de cara a la Navidad después de que los manifestantes se juntaran en su interior haciendo ruido con silbatos y cánticos.
“La evasión de impuestos supone un gran problema y creemos que ésta es la alternativa a los recortes que está realizando el Gobierno”, explicó una portavoz del citado grupo.
“Adoptamos medidas directas contra compañías como Topshop, que evaden grandes sumas en impuestos”, comentó, por su parte, otro de los activistas a los medios británicos.
La cadena farmacéutica Boots, las sucursales de los bancos británicos HSBC y Barclays y las tiendas de la compañía de telefonía móvil Vodafone fueron otros de los objetivos de las protestas, que se vieron afectados por los disturbios.
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