El popular humorista sevillano
Manu Sánchez anunciaba el pasado mes de mayo, poco después del nacimiento de su hija Leonor, que padecía un
cáncer de testículos. Un
durísimo golpe que decidía compartir con sus
seguidores para visibilizar la
batalla contra esta enfermedad de la que, afortunadamente, ha salido
vencedor.
Tras varios meses alejado de la
pequeña pantalla en los que ha pasado por
quirófano y ha estado a
tratamiento, el presentador está
curado, y así lo anunciaba en su reaparición al frente del programa 'Tierra de talento' de
Canal Sur el pasado 6 de enero.
Comprometido con la
lucha contra el cáncer,
Manu Sánchez no ha dudado en aportar su
granito de arena ejerciendo como
padrino de las Jornadas contra el Cáncer Ginecológico en el centro cultural 'Pastora Soler' en
Coria del Río. Un acto muy
emotivo en el que el humorista, además, recibió un
premio por ayudar a visibilizar esta enfermedad.
"Yo creo que
visibilizarlo es casi una obligación, no sirve de nada hacer lo contrario" ha asegurado, revelando que en cuanto le dieron el diagnóstico de que tenía cáncer -"se me puso la
vida boca abajo, todo cambiaba" reconoce- decidió
compartirlo públicamente: "No quería que nadie contase lo que no había, porque a veces se especula. Digo, vamos a contar lo que hay. Con el
público es con quien comparto muchas alegrías y vamos a
compartir esto también, sin exhibicionismo" explica.
"En mitad del
proceso contamos que todo iba bien, cuando terminó la
quimio también lo compartimos y ahora que parece que todo está llegando a su final también, aunque aquí siempre hay que andar mirando por el
retrovisor, el malo puede venir detrás" añade, evitando lanzar 'campanas al vuelo' porque como nos cuenta, "tengo muy
buenas noticias y estoy en pleno
proceso de curación, pero hasta los
5 años no nos dan el alta y yo no he cumplido ni el primer año".
"La
visibilización de esto ese algo que tiene que normalizarse, es muy chivato cuando alguien muere de cáncer. Es muy difícil esconder un
entierro, pero también hay que contar lque a
gente que se cura, la
investigación cada vez es más y la ciencia avanza, el cáncer no siempre es sinónimo de
muerte, se pueden cronificar en muchos casos, se puede
curar en otros muchos* Creo que jornadas como estas son
justas, necesarias y es un
placer ser padrino por lo menos como
luchador contra el cáncer" apunta con una sonrisa.
Como confiesa, si algo ha descubierto en este año es que "cada uno
vive su cáncer de una manera distinta porque los
síntomas son distintos y personales y los tratamientos son distintos y muy personales, cada uno estamos viviendo el cáncer a su manera, y poner en común cada uno nuestra experiencia es algo que solo puede ser positivo".
El último en
compartir su enfermedad ha sido el
Rey Carlos III, sobre el que
Manu ha reflexionado afirmando que "lo que demuestra es que
nadie está libre de ser diagnosticado de cáncer porque esto no entiende
clases sociales". "El caso tan mediático como el del rey Carlos III nos viene a demostrar que todos tenemos que estar alerta ante el cáncer, la investigación la necesitamos todos" asegura, reclamando una
mayor inversión pública para la
lucha contra esta enfermedad.