El Ministerio para Situaciones de Emergencia de Rusia elevó hoy a 28 los muertos en el ataque perpetrado el sábado por la artillería ucraniana contra una panadería en la anexionada región oriental de Lugansk.
"Los efectivos de Emergencias salvaron a diez personas. Lamentablemente, 28 personas, incluido un niño, han muerto", señala el comunicado oficial.
Entre los muertos figuran 18 hombres, 9 mujeres y un niño, a lo que hay que sumar cuatro heridos graves que se encuentran en cuidados intensivos.
El edificio de dos plantas situado en la ciudad de Lisichansk, habitada por unas 100.000 antes del comienzo de la guerra, se derrumbó supuestamente como consecuencia del impacto de un proyectil enemigo.
Las labores de rescate transcurrieron a lo largo de toda la noche y continuarán durante la jornada del domingo, ya que los efectivos de emergencia sólo han revisado un 65 % de los escombros del edificio.
El líder de la república popular de Lugansk, Leonid Pasechnik, aseguró en un primer momento que decenas de personas podrían haber resultado atrapadas en el edificio.
Pasechnik, quien declaró el domingo día de luto en la república, denunció el sábado un ataque masivo contra la ciudad, bajo control del Ejército ruso desde julio de 2022.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, exigió a las organizaciones internacionales una "condena incondicional" del ataque ucraniano.
Zajárova agregó que el bombardeo cometido, según datos preliminares, con armamento occidental, representaba el "agradecimiento" ucraniano por la "generosa" asistencia de 50.000 millones de euros aprobada esta semana por la Unión Europea.
A mediados de enero un ataque similar dejó una treintena de civiles muertos y una veintena de heridos en un mercado de la capital de Donetsk.
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