2024 ha empezado de la mejor manera para Iñaki Urdangarín. Dos años después de su separación de la infanta Cristina tras la publicación de unas imágenes paseando de la mano por la playa de Bidart con Ainhoa Armentia, los ex duques de Palma han firmado por fin su divorcio en secreto.
Como desvela ¡Hola!, ha sido de mutuo acuerdo y la firma se produjo en los últimos días de 2023 o a principios de 2024 en una notaría de Barcelona a la que acudieron juntos y acompañados tan solo por el abogado de la familia. Un divorcio que se ha llevado a cabo con la más absoluta de la discreción y por el que el ex jugador de balonmano no recibirá indemnización económica ni tampoco pensión.
Algo que no pocos ponen en duda, ya que su pacto incluye que ambos cubrirán en la medida de sus posibilidades los gastos comunes de sus cuatro hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, ya que hay una enorme diferencia entre sus ingresos. El acuerdo también contempla que la infanta ayudará a su exmarido a que pueda seguir haciendo con sus hijos los planes que hacía antaño y que ahora no se podría permitir económicamente por el elevado coste que suponen, como por ejemplo ir a esquiar a la estación de Baqueira Beret.
Respetando al máximo los tiempos, no ha sido hasta la firma de su divorcio y ser un hombre oficialmente soltero, cuando **Iñaki ha dado el paso de irse a vivir con Ainhoa Armentia tras dos años de relación. Aunque hace varias semanas se aseguró que el excuñado de Felipe VI estaría conviviendo con su novia y con los dos hijos de ésta en su domicilio familiar mientras terminaban las reformas de un piso que habrían alquilado para comenzar una nueva vida juntos, lo cierto es que no ha sido hasta ahora cuando se han mudado juntos.
Tal y como descubre ¡Hola! Urdangarín y su pareja han alquilado un piso en la misma urbanización donde reside la madre del exjugador de balonmano, Claire Liebaert, a las afueras de Vitoria. Una vivienda que costaría entre 1600 y 1800 euros al mes, como han contado en 'Vamos a ver', y que se encuentra a dos portales de la residencia familiar de los Urdangarín, donde Iñaki ha estado residiendo con su progenitora -de 89 años- desde que salió de prisión.
Ainhoa no vivirá todos los días en su nuevo nido de amor con el ex duque de Palma, ya que tiene la custodia compartida de sus dos hijos, y el tiempo que le corresponda estar con ellos se desplazará al antigio domicilio familiar que es donde tienen fijada su residencia los menores.
Un importante paso al frente por parte de Iñaki y Ainhoa que no ha hecho sino acrecentar los rumores acerca de una posible boda, ahora que él ha firmado el acuerdo de divorcio de la infanta Cristina.
Su recién estrenada convivencia con su novia no es el único gran cambio del exyerno del Rey Juan Carlos este 2024, ya que después de muchos meses de búsqueda, acaba de coseguir un nuevo trabajo del que por el momento se desconoce ningún detalle.
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