El flamenco, Patrimonio Inmaterial de toda la Humanidad

Publicado: 16/11/2010
El arte jondo, el Flamenco, ya está en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, un reconocimiento de justicia que ya era universal pero que esperaba serlo de forma oficial a través de la Unesco, un sello que le pone dignidad, lo preserva y lo potencia
Esta vez sí. El Flamenco, con mayúsculas, ya es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, un reconocimiento otorgado por el Comité Intergumental reunido en Nairobi (Kenia) calificado de “justicia” por todos pero que a pocos ha sorprendido porque el flamenco ya era universal antes de que el expediente se presentara ante la Unesco. De esta forma, se hace oficial su carácter universal y ahora, como marca su inclusión en esta lista internacional, hay que preservarlo y potenciarlo.

Tras conocer la decisión del Comité, que valoró la candidatura del flamenco en el puesto 39, el consejero andaluz de Cultura, Paulino Plata, cuyas primeras palabras han sido de “enhorabuena a todos los hombres y mujeres del flamenco”, señaló que “no hemos dudado ni un momento de la consecución de este reconocimiento porque es flamenco es algo muy nuestro, con lo que nos identificamos de manera muy estrecha”.

Además, apuntó que “tras conocerse la aprobación ha habido un gran aplauso de los allí presentes”, porque el flamenco “es un arte muy conocido en todo el mundo, y países como Japón, Corea, y numerosos países latinoamericanos nos han felicitado”, señaló. “Es de las decisiones con más personalidad y de las que ha despertado mayor interés, y durante la presentación no ha habido ninguna oposición por parte de los 24 miembros que conforman el Comité”, agregó.

Asimismo, Plata manifestó que “no era razonable que no tuviera la dignidad que merece este complejo y maravilloso arte, y con el reconocimiento no solo se le da relevancia, sino además algo de justicia”, ya que, continuó, este arte “ha sido minusvalorado, incomprendido y en alguna que otra etapa humillado, aunque desde la llegada de la democracia y la libertad ha tenido un desarrollo vertiginoso”.

Mientras, en Sevilla, en la sede de la Agencia Andaluza del Flamenco, cantaores, bailaores y guitarristas populares se arrancaban con bailes y palmas de alegría al conocer la decisión de la Unesco. Desde primeras horas de la mañana se habían reunido allí artistas como Juan Peña El Lebrijano, Cristina Hoyos, Manuela Carrasco, Antonio Fernández Díaz Fosforito o Antonio Cortés Chiquetete, quienes junto a otros compañeros y representantes de la Junta esperaban, entre cantes y tertulias, la decisión de la Unesco.

Ésta se produjo en torno a las 16:00 horas, que se siguió a través de internet. Hasta que la directora de la Agencia Andaluza del Flamenco, María de los Ángeles Carrasco, no tradujo del inglés la declaración oficial del Comité los allí presentes no comenzaron a aplaudir y congratularse por el reconocimiento internacional. Y mientras Plata intervenía, los artistas celebraban en el patio del edificio un corro improvisado con palmas y bailes.

Entre las reacciones de júbilo y felicidad quizás sea destacable la del cantaor Fosforito, presidente del Consejo Asesor de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, al calificar como “un momento histórico” este reconocimiento del arte jondo porque: “No es que lo estuviéramos necesitando, es que lo merece y era ya de justicia”.

Según Fosforito, el flamenco “ya era y es conocido mundialmente, pero este reconocimiento, con ese sello y ese marchamo de dignidad que le pone la Unesco, es impagable” y “no hay palabras” para definirlo.

También “viene a ponerle la guinda y el colofón, después de tantas luchas, de tantos años, de tanta incomprensión y de tantas fatiguitas que ha pasado el flamenco a lo largo de tantos años”.

Así, recordó a “tanta gente que ha luchado tan duramente” por el flamenco, “que hubiera disfrutado con esto y que se nos han ido quedando por el camino, pero eso ya es irremediable”, y ha citado a su “amigo y admirado” Antonio Mairena, Mario Maya, “un luchador nato y que estuvo en el flamenco desde chiquitillo, o tantísimos artistas como Chano Lobato”, también fallecido.

“Hemos luchado mucho. Antes los flamencos éramos considerados pendencieros y borrachos, pero gracias a Dios esto ha cambiado”, decía emocionado Fosforito mientras miraba, con lágrimas en los ojos, a sus compañeros artistas bailar de alegría.

En términos parecidos se pronunciaba El Lebrijano, que reconocía que los artistas de su generación han sido “los que han puesto la primera piedra” para el reconocimiento del flamenco, y que son los jóvenes talentos “los que tienen que recoger la antorcha y hacer su propio movimiento”.

Un rato antes, sentados en corro, muchos de los artistas celebraron una tertulia para debatir la conveniencia de crear un sindicato u otra institución similar que defienda “los derechos de los artistas flamencos”.

En este encuentro, el guitarrista Joaquín Amador lamentaba que “los políticos sólo acudan a los artistas para hacerse la foto y ponerse la medallita”, después de que el presidente de la Federación Provincial de Sevilla de Peñas Flamencas, José María Segovia, pidiese la colaboración de los presentes para participar en un acto de homenaje al cantaor Curro Malena, con problemas de salud.

La decisión de reconocer al flamenco como Patrimonio Inmaterial cierra un círculo que abrieron en 1922 el compositor Manuel de Falla y el pintor Ignacio de Zuloaga cuando pretendieron que tuviera rango de arte universal, aseguraba el director del Inaem, Félix Palomero.

El guitarrista José Fernández Torres Tomatito, “las manos” de Camarón y el primer solista flamenco que actuó en el Royal Albert Hall, aseguró a Efe que “ya era hora” de que ese arte tuviera el lugar que le corresponde.

“El flamenco es la música más importante del siglo XXI y ya está bien de que se de tanta importancia a cosas que no la tienen y se ignore a una cosa tan auténtica, tan importante, y que no fuera Patrimonio Inmaterial. Había algo que no funcionaba”, decía.

“Ya era hora”, también declaraba el cantaor jerezano José Mercé, que cree que el flamenco “ya era” patrimonio de la humanidad porque “lleva por el mundo mucho tiempo”. Aún así, Mercé se siente “muy feliz y muy contento” porque “más vale tarde que nunca” y porque el flamenco es “una cultura grandiosa”

La decisión de la Unesco no es más que “la oficialización” de un arte que ya era “universal”, aseguraba la cantaora Carmen Linares. “Es una alegría, una noticia estupenda, algo muy importante para nosotros y muy beneficioso para que se proteja este arte, para poder seguir manteniendo su esencia y que no se convierta en una lista de éxitos comercial, pero creo que todo el mundo sabe ya de su calidad artística”, apuntaba.

También las felicitaciones han llegado desde el ámbito político. La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, recordaba que no siempre el flamenco ha vivido momentos de “bonanza” y “legitimación social y cultural” como el actual, destacando la figura de Paco de Lucía.

El líder del PP-A, Javier Arenas, calificó de “justicia” el reconocimiento “pese a la trascendencia que ya tiene en todo el mundo” y que “es una buena noticia para el flamenco, para los andaluces y para todos los españoles”.

Griñán: “Vamos a demostrar que la Unesco lleva razón”

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, se congratuló ayer por la declaración del flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y con la que no termina “ningún camino”, pues van a “seguir trabajando” junto a todo el mundo flamenco “para demostrar que la Unesco llevaba razón”.

“Debemos felicitarnos todos por la consideración de la Unesco y que su reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad sea una invitación para seguir trabajando por la defensa del flamenco, como hasta ahora e incluso más que ahora”, afirmó en una declaración institucional en San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta.

También aseguró que “el flamenco ya era patrimonio universal y ahora se reconoce oficialmente”, tras lo que van a “seguir trabajando junto a los distintos sectores” que conforman este arte “para demostrar a la Unesco y al mundo la fuerza, la pujanza y la calidad de las creaciones flamencas”.

Anunció que en los próximos meses crearán un grupo de trabajo para estudiar la inclusión del flamenco en el sistema educativo andaluz y avanzó que reforzarán la mayor difusión del flamenco por el mundo en colaboración con el Instituto Cervantes y que las universidades andaluzas ofrecerán programas de doctorado y posgrado.

Griñán compareció junto a las directoras de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, María Ángeles Carrasco, y del Centro Andaluz de Flamenco, Olga de la Pascua, y el presidente del Consejo Asesor del Flamenco, el cantaor Antonio Fernández Díaz “Fosforito”, en un acto donde se proyectó por primera vez el vídeo incluido en la candidatura.

Tras agradecer el respaldo recibido de miles de personas y sobre todo de los andaluces para “el éxito” de la candidatura liderada por Andalucía, consensuada con Extremadura y Murcia y apoyada “en todo momento” por el Gobierno de España, subrayó que “este camino ha sido una ilusión y un triunfo compartidos”.

Satisfacción por incluir la dieta mediterránea

La consejera andaluza de Agricultura, Clara Aguilera, ha mostrado su satisfacción por el reconocimiento de la dieta mediterránea como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, aprobado por la Unesco en Nairobi (Kenia).

Aguilera ha destacado que entre las ventajas inmediatas de este reconocimiento está poner en valor la diversidad agraria de la región y ofrecer nuevos argumentos que impulsen la promoción internacional de los alimentos andaluces.

“Este reconocimiento a toda una herencia gastronómica y cultural que identifica un estilo de vida tan arraigado en Andalucía abre nuevos horizontes a nuestros productores, a las empresas andaluzas agroalimentarias y a los profesionales de la hostelería”, según Aguilera.

Por su parte, la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, ha reivindicado la dieta mediterránea como una “expresión cultural” que se ha hecho “realidad” con esta distinción. “No hay que olvidar que hablar de dieta mediterránea es hablar de salud, de una manera de entender la vida, de vivir, de compartir y de convivir”, dijo Aguilar.

España logra incluir a sus cinco candidatas

El flamenco, los castells catalanes, el canto de la Sibila de Mallorca, y las tradiciones compartidas de la dieta mediterránea y la cetrería son las cinco manifestaciones culturales españolas que pasaron ayer a formar parte de la lista de Patrimonio Inmaterial de la Unesco.

El Comité Intergubernamental de esta agencia de la ONU decidió ayer, en Nairobi, incluir en su lista las tres candidaturas españolas únicas, además de la dieta mediterránea, impulsada por España, y la cetrería, una tradición propuesta por Arabia Saudí y a la que se adhirieron once países.

Con estos nuevos reconocimientos, España es, junto a Croacia, ambos con nueve, el país europeo con más patrimonio inmaterial reconocido por la Unesco.

En cuanto a la representación latinoamericana, Colombia, México y Perú consiguieron sumar sus siete candidaturas. Entre las nuevas adiciones están la ópera de Pekín, los gremios franceses, el festival turco de lucha en aceite del Kirkpinar, la danza india chhau y la elaboración del pan con especias de Croacia, entre otros.

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