En la actualidad "ya no hay rivales, sino enemigos" y la clase política se ha convertido en un "mercado en el que se está por intereses particulares"
El político Miguel Ángel Revilla ha criticado que en la clase política actual "falta coherencia" y ha lamentado que los políticos, en general, tengan fama de "mentirosos" porque esta situación es "tremenda" y provoca "un desapego terrible".
El actual secretario general del Partido Regionalista de Cantabria (Polaciones, 1943), ha presentado su séptimo libro, 'Toda una vida' en Zaragoza, donde en una entrevista con EFE ha considerado que "la deriva" que ha tomado Pedro Sánchez va a acabar mal y ha asegurado que la política actual no tiene una salida lógica porque no se puede pactar con "las antípodas del pensamiento político".
Para el también economista, en la actualidad "ya no hay rivales, sino enemigos" y la clase política se ha convertido en un "mercado en el que se está por intereses particulares", por lo que ha solicitado más vocación.
Pregunta: Presenta su séptimo libro 'Toda una vida'. ¿Qué cabe en una vida?
Respuesta: En una vida cabe todo. La mía es muy larga porque son 81 años los que voy a cumplir el martes y he tenido dos etapas, una de ciudadano normal que se ha dedicado a trabajar en muchas cosas, como director de banco o profesor de Universidad, hasta que en 1982 cambió mi vida y me he dedicado a Cantabria. Quería hacer de Cantabria, que no tenía nombre, una región reconocible. Pero vamos, por un lado está el ciudadano que hizo una carreruca de Económicas en Bilbao y, por otro lado, al morir Franco, había que articular España y yo decidí dar el paso para recuperar el nombre de una tierra que lo había perdido. Es una autonomía a la que me he dedicado y he estado en el gobierno desde 1995, casi treinta años.
P: ¿Qué es Cantabria para usted?
R: Todo. Yo soy producto de la tierra donde he nacido. Somos una mezcla de genes que heredamos de la familia y de los condicionantes que tienes por las razones de haber nacido en un sitio donde no había ni carretera ni luz, en un pueblo que estaba cuatro meses sepultado por la nieve. Tuve la fortuna de estudiar porque soy un privilegiado, ya que mi madre era la maestra. Me enseñó a leer y a escribir, hice una carreruca y una trayectoria profesional en lo que pensé que era para mí el destino.
P: Y ahora... ¿Qué?
R: Estoy en una etapa de retirada, en el tiempo de descuento, recibiendo el cariño de la gente. Como me he dedicado esta última etapa a escribir libros, para mí es muy gratificante recorrer España y conocerla porque, aparte de ser cántabro, soy profundamente español.
P: ¿Cómo ve la actualidad política? ¿Qué cree que hace falta?
R: En la clase política actual hace falta coherencia. Creo que si tengo cierto éxito entre la gente es porque he tratado de ser coherente y ahora la coherencia no existe. Los políticos, en general, tienen fama de mentirosos y de prometer una cosa y hacer otras. Y eso es tremendo porque provoca un desapego terrible. Ha llegado una gente a la política que no han hecho otra cosa en la vida, que eso es un problema. Yo creo que para dedicarse a la política tiene que ser una cosa vocacional y no llegar como se puede llegar a otra profesión sin haber hecho otras cosas antes. Ahora noto que hay mucho recién llegado con un modus vivendi para no soltar el cargo.
P: ¿Y qué opina sobre el presidente del Gobierno?
R: La deriva que ha tomado Pedro Sánchez creo que va a acabar mal. No tiene una salida lógica porque no se puede pactar con las antípodas del pensamiento político, sino que tiene que haber una cierta coherencia y afinidades. Ojalá me equivoque porque me gustaría que esto saliera bien. Esto se ha convertido un poco en un mercado en el que se está por intereses particulares. Hay una noción global del interés de España y cada vez que haya que aprobar algo se va a pasar la bandeja para que pongas encima de la mesa territorios que rompen la igualdad de los españoles.
P: Con este libro mira al pasado. Si lo hace, ¿qué es lo primero que ve? ¿Y en el futuro?
R: Tengo una satisfacción enorme de haber conseguido aquello por lo que he luchado. Llegar a presidente de una comunidad autónoma sin ser del PP ni del PSOE ni pertenecer a ninguna oligarquía financiera ni política ha sido algo que no era imaginable. Y conseguir que Cantabria sea una región reconocida y una autonomía profundamente española me llena de satisfacción.
De cara al futuro me gustaría que el panorama que vivimos cambiara radicalmente y tuviera un poco de sentido de Estado y de lo que es el interés común. Y no una política cainita donde ya no hay rivales sino enemigos. Hace falta vocación.