El histórico acuerdo de 2019 del PP con Cs y Vox en Andalucía, que acabó con la hegemonía socialista, cumple un lustro con el presidente, Juanma Moreno, como claro vencedor tras lograr después una mayoría absoluta, y con el resto de participantes eliminados de la carrera, fuera de la política o en la oposición.
La foto del 9 de enero de 2019, o las fotos, porque fueron dos paralelas (una PP-Cs y otra PP-Vox), constituyeron la prueba gráfica del pacto de gobierno con la formación naranja y del acuerdo de investidura con el partido que lidera Santiago Abascal.
Sin embargo, de los seis protagonistas que firmaron esos acuerdos, sólo Moreno ha salido victorioso, y mucho más reforzado desde 2022 al arrasar en las siguientes elecciones autonómicas con la primera mayoría absoluta del PP en Andalucía.
Ciudadanos, que se comportó como un socio de gobierno demasiado fiel al PP, desapareció de la política andaluza cuatro años después, y Vox, que aspiraba a ocupar la vicepresidencia, se tuvo que conformar con los sillones de la oposición en el Parlamento autonómico.
El pacto de gobierno entre PP y Cs lo firmaron, además de Moreno, el que entonces era secretario general de los populares, Teodoro García Egea, por mandato de Pablo Casado, y por parte de la formación naranja el líder en Andalucía, Juan Marín (después vicepresidente), y José Manuel Villegas, número dos de Albert Rivera.
En la foto del acuerdo con Vox están, además de los representantes populares, el entonces candidato a la Junta, Francisco Serrano, y el que era secretario general a nivel nacional, Javier Ortega-Smith.
Cinco años después, García Egea salió del PP en la mayor crisis del partido; Marín dimitió tras la desaparición de Cs en Andalucía; Villegas se fue pocos meses más tarde de la marcha de Rivera; Serrano abandonó Vox señalado por un caso por el que le piden ocho años de cárcel por estafa; y Ortega Smith fue apartado de la dirección de Vox.
El PP fagocitó a Ciudadanos
Los tres años y medio que duró el gobierno PP-Cs, hasta que Moreno adelantó unos meses las elecciones en 2022, sirvieron para que los populares fagocitaran a la formación naranja.
Juan Marín se convirtió en el mejor aliado de Moreno, en el gobierno regional no había diferencias entre partidos, Cs se olvidó de las necesarias tensiones políticas para buscar su sitio, y ambos decidieron aislarse de las presiones externas para romper, con un papel fundamental del consejero de la Presidencia, Elías Bendodo.
La situación de estabilidad, en una etapa de gran visibilidad mediática para el presidente por la pandemia de la covid, provocaron que Moreno y consejeros del PP como el de Sanidad, Jesús Aguirre, acapararan los focos de una gestión que permitió que Andalucía se mantuviera en unos niveles medios de afectación del virus.
El resultado, en las elecciones de 2022, fue que Moreno recuperó todo el voto antes perdido por el PP en favor de Ciudadanos, hasta el punto de que la formación naranja -en declive nacional- se quedó fuera del Parlamento y Juan Marín dimitió.
El tándem que había formado con Moreno era tal que el presidente andaluz le ofreció ir en las listas del PP y después ser consejero independiente, pero Marín lo rechazó. Meses después sí aceptó ser presidente del Consejo Económico y Social, cargo en el que sigue.
Ciudadanos continuó su ocaso y a 9 de enero de 2024 está fuera de los tableros políticos a nivel regional y nacional.
Vox presionó y después fracasó
Tras el acuerdo de 2019, el papel de Vox se centró en intentar presionar mediáticamente al Gobierno de Moreno, principalmente a través de los presupuestos de cada año, pero su estrategia de amagar y después no dar el golpe, no dio resultado.
En 2022, con el rechazo previo a los presupuestos autonómicos, dieron a Moreno la razón perfecta para adelantar las elecciones y después fallaron en su campaña, a la que llegó Macarena Olona desde el Congreso de los Diputados.
La entonces candidata, diputada por Granada pero alicantina, con sus años de experiencia en la política nacional, llegaba a ocupar el puesto de vicepresidenta de la Junta y tras el fracaso de las expectativas se fue de forma abrupta, para después emprender su particular guerra contra la dirección de Vox.
Desde entonces, Vox intenta buscar su sitio en el Parlamento andaluz, donde es oposición junto al resto de partidos de izquierda, pero ha perdido cualquier poder de presión ante una mayoría absoluta.