Andalucía junto a la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares realizan por primera vez una suelta coordinada de ejemplares de tortugas marinas restablecidas de sus lesiones en los centros de recuperación de especies de cada una de estas comunidades autónomas. Tres ejemplares de tortuga boba han vuelto al mar Mediterráneo en una playa de San Roque (Cádiz), mientras simultáneamente lo hacían otros tres en el Parque Natural de la Albufera (Valencia), uno en el Parque Regional de Calblanque (Murcia) y cuatro en una playa situada en un Área Natural de Especial Interés del sur de Mallorca.

La iniciativa de realizar sueltas de forma coordinada surgió en la I Reunión Técnica de Centros de Recuperación de Tortugas Marinas del Mediterráneo Español, celebrada en Valencia a finales de 2009, a la que asistieron técnicos de las comunidades autónomas de Cataluña, Valencia, Islas Baleares, Murcia y Andalucía. Desde entonces se ha estado trabajando para organizar esta primera suelta el mismo día y a la misma hora en las playas del litoral mediterráneo.

La labor que se desarrolla con la fauna marina en los centros de recuperación de especies supone una gran aportación a la conservación de la biodiversidad, siendo devueltas al mar un alto porcentaje de las tortugas marinas que ingresan en las instalaciones. Esta labor, por otra parte, es posible gracias a la colaboración de los pescadores, las asociaciones conservacionistas, el voluntariado y la ciudadanía en general, que avisan a las autoridades competentes en cada comunidad autónoma cuando encuentran una tortuga varada en las playas o a un ejemplar con problemas en el mar.

En Andalucía, el servicio de atención frente a varamientos de mamíferos y tortugas marinas de la Junta, que cuenta con la participación activa de la Red de Voluntariado Ambiental del litoral andaluz y de los agentes de Medio Ambiente, ha recibido entre el uno de enero y el 30 de octubre de 2010 360 llamadas a través de Emergencias Andalucía 112, que se han traducido en la atención a 207 tortugas marinas, 153 cetáceos y una foca a lo largo de toda la costa andaluza. De todos ellos, únicamente 46 estaban vivos y de ellos tuvieron que ingresar en los centros de recuperación de fauna marina 27 tortugas (que venían a sumarse a cinco que permanecían del año anterior) y cuatro cetáceos.

De las 32 tortugas, ya han sido devueltas al medio marino en lo que va de año 20 que se han recuperado, a las que se suman las tres de la suelta conjunta, lo que supone un porcentaje de recuperación de tortugas en los centros de recuperación andaluces hasta ahora del 72%.

Uno de los tres ejemplares andaluces que va a ser devuelto al mar fue hallado a finales de marzo pasado por un grupo de pescadores deportivos en la bocana del puerto pesquero de Conil (Cádiz). El animal presentaba heridas provocadas por enmalle al nivel de la inserción de la aleta anterior derecha, así como en el ojo izquierdo. Fue ingresado en el Centro de Gestión del Medio Marino andaluz de la Junta de Andalucía, ubicado en Cádiz.

Los otros dos ejemplares andaluces fueron rescatados de las playas almerienses el 21 y el 24 de julio respectivamente, ambos presentaban una gran debilidad y lesiones provocadas por la adhesión de numerosos cirrípedos, es decir, crustáceos como percebes y bellotas de mar. Han sido tratados y se han recuperado en las instalaciones del Aula del Mar de Málaga, donde el personal de Medio Ambiente realiza una labor de asistencia veterinaria a los ejemplares de vertebrados marinos protegidos varados en el litoral andaluz con especial atención a las especies amenazadas, para rehabilitar el mayor número de ejemplares y reintroducirlos en el medio natural con las máximas garantías de éxito.

Los tres ejemplares valencianos se recogieron tras hallarse varados en diferentes playas de la costa levantina, todos con enmallamientos en aletas, algunas con heridas de consideración muy grave. La tortuga de Murcia también sufría enmallamiento con redes de pesca cuando fue ingresada. Respecto a los cuatro ejemplares que soltados en la costa balear, tres de ellos fueron atrapados accidentalmente en redes de pesca, dos en el mes de julio y otro en septiembre, mes en que fue recuperado el cuatro ejemplar, en este caso con problemas de flotabilidad.