La portavoz de ERC, Raquel Sans, ha ligado la aprobación de los presupuestos del Estado a los de Cataluña, al advertir de que ambos van "en paralelo" y que los catalanes "no entenderían" que se aprobaran las cuentas generales pero, en cambio, no prosperaran las de la Generalitat para 2024.
En una entrevista con EFE, la dirigente republicana ha hecho una apelación a la "responsabilidad" de las distintas fuerzas políticas catalanas, tanto a los grupos independentistas -Junts y CUP, que no dieron apoyo en 2023-, como sobre todo a PSC y En Comú Podem, quienes forman parte a su vez de la coalición PSOE-Sumar que gobierna en la Moncloa.
"La negociación presupuestaria en el Estado y en Cataluña son dos cuestiones que deben ir en paralelo y todos debemos ser responsables", ha sugerido la portavoz de ERC, en la primera ocasión en que la formación de Oriol Junqueras vincula de forma clara las negociaciones y posible aprobación de ambos proyectos presupuestarios tanto en el Parlamento catalán como en el Congreso.
Y es que, a su juicio, "costaría entender que hubiera presupuestos del Estado y, en cambio, no los hubiera en Cataluña y nos pusiéramos exquisitos. A los catalanes les costaría mucho de entender que las fuerzas políticas que han designado mayoritariamente sean capaces de apoyar los presupuestos generales y, en cambio, no seamos capaces de encontrar los apoyos necesarios para aprobar los presupuestos de su día a día" en Cataluña.
Un aviso que ha reiterado hasta en cuatro ocasiones, al remarcar que "la ciudadanía no entendería que hubiera presupuestos en el Estado y no en Cataluña. Los catalanes podemos ser muy responsables, pero tenemos nuestras necesidades del día a día".
"Todo el mundo deberá hacer renuncias"
Ya concretamente sobre la negociación en Cataluña, Sans ha recordado que el Govern ha iniciado hace semanas las reuniones con PSC-Units, Junts, comunes y CUP con "máxima voluntad de mano tendida y entendimiento", sabedor además de que su minoría parlamentaria le obligará de nuevo a tender puentes para confeccionar esas cuentas.
"Teniendo en cuenta la aritmética parlamentaria, somos conscientes de que estos no serán los presupuestos de ERC, porque tenemos 33 diputados. Como tampoco lo serán del PSC, ni de Junts ni de los comunes. Todo el mundo deberá hacer renuncias y equilibrios, como cuando nosotros damos apoyo a los presupuestos generales", ha apuntado.
Es por ello que ha considerado que "no basta con buenas palabras de mano tendida y gestos de buena voluntad" por parte de los socios potenciales, por lo que les ha vuelto a exigir "responsabilidad".
Como también ha lamentado que al Ejecutivo de Pere Aragonès le hubiera gustado en últimas semanas de Navidad "intensificar" las reuniones de negociación, "cosa que no ha sido posible -ha criticado-, porque seguramente otras formaciones no han tenido la prisa que sí ha tenido el Govern, que es plenamente consciente de las necesidades de la gente".
Riñe a los comunes sobre el Hard Rock
Pero si hay una cuestión que enfrenta por ahora a los dos partidos que dieron apoyo a los presupuestos del pasado año -PSC y comunes- es el macrocomplejo de ocio Hard Rock en Vila-seca y Salou (Tarragona), uno de los requisitos que los socialistas pusieron para votar favorablemente a las cuentas en 2023 y que los comunes ahora sitúan como línea roja, exigiendo que el Govern descarte ese proyecto.
Sans ha recordado que "ni el año pasado ni en este había ninguna partida presupuestaria destinada al Hard Rock". "Lo que sí hay en los presupuestos -ha afirmado- son partidas para mejorar la salud, los derechos sociales y la educación. Para eso sí hay partidas. Para el Hard Rock no hay nada, más allá de una declaración pública".
A ERC le "cuesta entender" pues que si el año pasado este fue un requisito del PSC y entonces a los comunes les pareció "válido" y "no tuvieron problema" en dar apoyo a los presupuestos, ahora se haya convertido en un escollo insalvable para los de Jéssica Albiach.
"Entendemos que se acerca un año electoral y cada uno quiere marcar su posicionamiento", ha añadido. "Pero lo que les pedimos es que sean responsables. Que entiendan que una negociación implica que no serán 100% tus presupuestos. Y que esa responsabilidad que se exige a ERC, el resto de formaciones también se la deberían aplicar".
"No es el modelo de ERC"
Como ejemplo de esa actitud responsable ha puesto a su partido y a ella misma, nacida en Valls (Tarragona) y diputada en el Parlamento catalán por la provincia en la que se ubicaría el macrocomplejo, pendiente aún del visto bueno de informes urbanísticos y ambientales.
"¿Cuál es el posicionamiento de ERC, como diputada en la demarcación de Tarragona? El Hard Rock no es nuestro modelo y así lo hemos repetido. No es la bandera de Esquerra y creemos que la apuesta en el Camp de Tarragona pasa por un proceso de reindustrialización, de cómo se reconvierte la industria petroquímica o de un turismo que sea sostenible", ha aseverado.
Pero al mismo tiempo ha admitido que el proyecto "tiene aval parlamentario y territorial" -con apoyo mayoritario de PSC, Junts, PP, CS Y Vox- y además "hace tiempo que se superó el escollo sobre si Hard Rock sí o no". "Poca cosa más que añadir", ha sentenciado.