La vicepresidenta primera del gobierno, María Jesús Montero, admite que le preocupan "todos" los socios con los que deberá contar el PSOE en esta legislatura para sacar adelante sus iniciativas legislativas, pero también está convencida de que la capacidad negociadora de los socialistas permitirá continuar con los acuerdos.
En una entrevista con EFE, la vicesecretaria general del PSOE hace hincapié en que la gran apuesta de Pedro Sánchez para esta legislatura es ese diálogo que según dijo el miércoles pasado está dispuesto a llevar hasta la "extenuación", y que ya está dando resultados.
También reconoce que, de los muchos socios que necesita para sacar adelante las leyes, "me preocupan todos" sin distinguir especialmente a ninguno, como Podemos, que tiene cinco diputados y ha roto con Sumar, el socio del Gobierno de coalición, o Junts, la formación del expresidente catalán Carles Puigdemont con la que más costó cerrar el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez.
"Me preocupan todos porque todos consideran que tienen capacidad de influir", explica la ministra de Hacienda, que pronto tendrá que comenzar la negociación de los presupuestos para el próximo año y que sabe que "cada partido quiere hacer valer sus votos y el escenario político lo propicia".
Pese a ello, Montero es muy optimista de cara a esta legislatura y de hecho considera "admirable" el papel desempeñado por el PSOE al saber actuar de "bisagra" y lograr acuerdos con fuerzas políticas que no tienen "nada que ver" o que incluso "compiten entre sí", enfatiza.
"Nuestra experiencia negociadora, nuestra capacidad de escucha, nuestra disposición a que España avance", reafirma Montero, son garantía para la aprobación de leyes, como acaba de ocurrir con el reciente decreto anticrisis que según aclara "no era nada fácil porque había posiciones distintas" en el seno del Gobierno.
Por todo ello confía en que ese consenso se "reedite" con los presupuestos y demás proyectos legislativos.
A Feijóo le da "miedo" pactar con el PSOE
También quiere pactar el PSOE con el PP, pero la nueva vicepresidenta primera piensa que a la formación de Alberto Núñez Feijóo "le da miedo" negociar con el PSOE porque quien "realmente" maneja su estrategia es "la ultraderecha" de Vox, que le dicta lo que debe hacer y le advierte de que el PSOE no puede ser su interlocutor.
Esto es así hasta tal punto que, según opina, Vox "está evitando que el PP pueda llegar a acuerdos con otras formaciones políticas" más allá incluso de los socialistas debido al "cordón sanitario" que las demás fuerzas han impuesto al partido liderado por Santiago Abascal.
Montero sugiere en este sentido que si no hubiera sido por ello el PP habría aceptado que en el Gobierno entraran "representantes de los grupos independentistas" para lograr la investidura a Feijóo; "incluso hasta ahí hubieran llegado, y sé de lo que hablo", sostiene.
La ministra asevera que Feijóo "miente" cuando afirma que podría haber sido presidente del Gobierno si hubiera aceptado las condiciones de Puigdemont, ya que es en realidad "su alianza con la ultraderecha" la que le veta cualquier pacto en cuya "ecuación" esté Vox.
Lamenta que su estrategia consista siempre en "obstruir la acción del Gobierno" y "perjudicar" su actividad "aunque eso sea malo para el conjunto de la ciudadanía"
Y sospecha la vicepresidenta que Feijóo no quiso reunirse el día 22 en La Moncloa con Pedro Sánchez "simple y llanamente porque no reconoce la legitimidad de Pedro Sánchez" y porque no ha "digerido" los resultados de las elecciones del 23J.
Con todo, espera Montero que los acuerdos alcanzados la semana pasada por ambos en el Congreso para reformar el artículo 49 de la Constitución y renovar el CPGJ sean una "punta de lanza" para lograr consensos en otras materias, sobre todo porque el PSOE no va a poner, reafirma, "ninguna excusa" para el diálogo.
La moción de Pamplona, justificada
La última semana política del año ha estado marcada por la moción de censura contra UPN en el Ayuntamiento de Pamplona que gracias al apoyo de los socialistas ha puesto al frente de la alcaldía a Joseba Asiron, de Bildu, en una operación que la dirigente del PSOE ve justificada.
"Son los pamploneses los que deciden que Bildu sea la segunda fuerza política y cuando la primera fuerza política no se mueve, es decir, está dispuesta a pasar cuatro años más de absoluta inmovilidad (...) cualquiera de nosotros se ve interpelado para que, en este caso al que le toca que es al segundo, pueda tomar ese relevo", explica.
Además de poner de relieve que el consistorio navarro lleva más de tres años "paralizado" sin presentar presupuestos, argumenta que el ya nuevo alcalde Asiron siempre ha condenado la violencia y está "totalmente alineado con la vocación de paz que tiene este país".
María Jesús Montero aprovecha para recriminar al PP por sus duras críticas al PSOE por su papel en esta moción y lamenta especialmente que el partido de Feijóo solo "utilice" ETA para "atizar al Gobierno". "No les importa revivir el dolor de ETA", recalca.
Sobre la posibilidad en que en algún momento, tras las elecciones vascas, y una vez respaldado el alcalde de Bildu, el PSE pudiera votar un lehendakari de este partido, manifiesta que la aspiración del PSOE es que su candidato, Eneko Andueza, sea lehendari reeditando el pacto que ahora mantienen los socialistas vascos con el PNV.
"Vamos a seguir impulsando esa colaboración que tenemos ambas fuerzas políticas", concluye.
"Superar la víscera" en Cataluña
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tiene claro que la política debe ser el instrumento imprescindible para actuar "con cabeza" en Cataluña y "superar la víscera" que pueda provocar la repulsa a los hechos que desembocaron en la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) de 2017.
Porque aun siendo "legítimos" los "sentimientos" que surgen "cuando alguien se sale del orden constitucional", como hizo el expresidente catalán Carles Puigdemont en la eclosión del procés, "la política aparece como un instrumento para superar la víscera y ser capaces de atender a la cabeza", explica.
"Es necesario superar aquellos enfrenamientos, aquella situación de desencuentro tan grave" que se produjo en Cataluña y que en buena parte atribuye a la "inacción" del PP bajo el mandato de Mariano Rajoy, prosigue la también vicesecretaria general del PSOE en una entrevista horas antes de ser designada "número 2" del Ejecutivo de coalición.
Ahora, el PSOE quiere pensar con "política de altura" para trabajar en "aquello que nos une", bajo el convencimiento de que "hay margen para ganar autogobierno dentro de Cataluña" dando "satisfacción a alguna de las demandas históricas que vienen siendo una pulsión en el conjunto de Cataluña"
Y añade que todo ello se hará "dentro de la Constitución y dentro de propiciar el encuentro", nunca para aumentar la "separación" dentro de la sociedad catalana que está "dividida", alerta, porque los partidos independentistas "no representan a la sociedad catalana en su totalidad" y las demás formaciones "tampoco".
Consciente de lo difícil que resulta que la ciudadanía asuma, como ya está haciendo el PSOE, las contrapartidas de la negociación para la investidura de Pedro Sánchez, Montero afirma que ahora "nos toca seguir haciendo pedagogía" y, superando "un ruido que a veces es un ruido ensordecedor", explicar porqué "se tiene que producir el encuentro con los partidos independentistas en Cataluña".
Afirma que el PP carece de proyecto político para este territorio, se pregunta si este partido se limita al "155 permanente de Vox" que supondría anular el autogobierno en Cataluña y le acusa de mantener una estrategia de "confrontación permanente" que "no conduce más que al deterioro" en esta comunidad y el conjunto de España.
Frente a ello, María Jesús Montero explica que los socialistas abogan por "pasar algunas páginas" tras la difícil situación vivida en Cataluña para lograr que el diálogo sea "franco" y "superar definitivamente" la etapa del procés.
En todo caso, hace hincapié en que es una situación "heredada" de la etapa del PP en el Gobierno, al que reprueba que metiera más "leña al fuego" en su relación con Cataluña, y no olvida remarcar que cuando el Parlament aprobó la DUI "el PSOE estuvo al lado del Gobierno y del PP".
Es algo "que nunca se recuerda", dice Montero, y que "también tuvo un coste para ese partido" cuando se situó junto al Gobierno del PP "restableciendo el orden constitucional que se había quebrado en Cataluña".
No obstante, reconoce que para que se comprenda todo lo que está haciendo el Gobierno, cuyo presidente Pedro Sánchez va a hablar incluso con el expresidente Carles Puigdemont, como ya hicieron los negociadores de la investidura, "tenemos que acompañar pedagógicamente todo el proceso.
Un empeño que supone "explorar puntos de encuentro que evidentemente obligan a que cada uno abandone su capacidad de máximos", algo lógico cuando se aborda una negociación, cuyo objetivo final es encontrar puntos de "enganche".
Así que, bajo el ejemplo que supone la etapa de la Transición española, que también tuvo su propia amnistía, admite que "es lógico, y nos pasa a todos" que cause "cierta rebeldía" ver cómo se van a beneficiar de la Ley de Amnistía los líderes del procés.
María Jesús Montero pone por encima de ello el uso de la política para poner "no ánimo de revancha, sino todo lo contrario, ánimo de normalización" y posibilitar así una respuesta a "realidades, que si no fuera así" haría que "estuviéramos todo el día a garrotazos unos con otros".