López recordó que éste ha sido el año con menor número de incendios que se recuerda y con el menor número de hectáreas afectadas, algo que se ha debido no sólo a las buenas condiciones meteorológicas o a la concienciación ciudadana, sino también al esfuerzo de los efectivos y a la madurez del dispositivo.
Prueba de ello, según destacó la delegada, es que el número de conatos aumenta sin que lleguen a derivar en incendios gracias a la capacidad de reacción de los efectivos.
Cerca de 500 personas trabajan en el dispositivo de un plan que no descansa en invierno, sino que se centra en las labores de prevención de cara a la siguiente campaña de extinción.
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