La Consejería andaluza de Medio Ambiente informó ayer tarde de que ha abierto un nuevo expediente sancionador al complejo minero Mina Las Cruces, ubicado cerca del área metropolitana de Sevilla, tras comprobarse que por la mañana se había producido un vertido de aguas residuales a un arroyo cercano.
El vertido ha sido de unos 80 metros cúbicos “de aguas de contacto procedentes de la explotación minera” y ha afectado al cauce del arroyo Garnacha, según el comunicado.
Técnicos de la Agencia Andaluza del Agua y agentes de Medio Ambiente que han analizado el vertido no han detectado en los primeros estudios “daños significativos” al entorno natural.
“Los primeros análisis remitidos a la Consejería por la empresa Cobre las Cruces no sugieren daños al medio ambiente al no detectarse variaciones en la conductividad de las aguas del Garnacha”, añade Medio Ambiente.
El motivo del vertido fue la rotura de una tubería que va desde la “balsa de agua de rechazo” hasta la planta hidrometalúrgica y la empresa minera “paralizó de inmediato” el bombeo y dio “por subsanada la avería”.
En cualquier caso, al tratarse de un vertido al cauce público, la Consejería ha anunciado que abrirá un expediente sancionador una vez concluidos los informes de evaluación por parte de la Guardería Fluvial y los agentes de Medio Ambiente.
Asimismo, la Administración andaluza “adoptará las medidas adicionales que se consideren necesarias para restaurar los daños al medio ambiente que se hayan podido producir y evitar nuevos vertidos”, ha añadido el comunicado.
Mina Las Cruces, considerada la mayor explotación de cobre a cielo abierto de Europa, ya fue expedientada por la Junta de Andalucía tras comprobarse que había contaminado un acuífero de la zona y que había realizado sondeos sin permiso administrativo, actuaciones por las que se ha abierto un proceso judicial en la Audiencia de Sevilla.
La empresa ha asegurado que el vertido que se produjo en su explotación de Sevilla no supuso “afección al medio ambiente” ni contaminó el arroyo Garnacha. En un comunicado, la empresa explica que el jueves se produjo una rotura en una tubería del interior del complejo minero de la que informó “de inmediato” a la Consejería.
Tras dejar sin servicio la tubería, Cobre las Cruces realizó unos análisis que confirmaron que no había “ningún tipo de afección ambiental al arroyo Garnacha”, por lo que el expediente podría resolverse sin sanción, según la nota.