Por estar hecho desde la cosmovisión de la izquierda y el feminismo radical
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha aceptado el recurso de unos padres contra el manual de Educación para la Ciudadanía (EpC) de la editorial McGraw Hill porque su contenido es “adoctrinador”, hecho desde la “cosmovisión de la izquierda” y vinculado al “feminismo radical”. La Junta ya ha anunciado que recurrirá la sentencia.
La Sala de lo Contencioso del TSJA, en una sentencia divulgada a través de su gabinete de prensa, acepta el recurso de una familia de Bollullos Par del Condado (Huelva) y autoriza a que su hijo no acuda a clases de EpC ni sea evaluado mientras se imparta con dicho manual.
La sentencia contiene un voto particular del magistrado Eloy Méndez, que era el ponente inicial, quien cree que el libro puede considerarse “a lo sumo, atrevido porque expone corrientes filosóficas, políticas y morales de las que era impensable tratar en tiempos pasados”, pero “no adoctrina hacia ninguna de ellas”.
La sentencia se ha dictado a petición de la familia Flores Cano, la primera que consiguió del TSJA el derecho a objetar frente a la asignatura, luego anulado por el Tribunal Supremo porque la materia no vulneraba su derecho fundamental a que sus hijos recibiesen la formación moral más acorde a sus convicciones.
Ahora, el TSJA sentencia que el manual es en la mayoría de sus unidades “claramente adoctrinador”, con “una visión parcial del ser humano, inexacto en sus apreciaciones, atribuyendo méritos cuestionables cuando menos a determinadas etapas de la historia e ideologías, centrándose exclusivamente en la cosmovisión de la izquierda”.
Sobre la sexualidad, entiende que el manual “denosta hasta casi el ridículo la concepción ‘tradicional’”, y dice que el “necesario respeto cívico” a los homosexuales “no incluye de modo alguno la aceptación ética ni compartir moralmente que la mayor parte de las personas sean ‘pluritendentes sexualmente’”.
Además el libro introduce “lo que se ha denominado ideología de género” y “dice a las claras al alumno que su sexo y su sexualidad es neutra y depende del entorno cultural y social en el que se desarrolle”, actitud derivada de “una posición filosófica, cultural y sociológica vinculada a un feminismo radical”,
Según el alto tribunal andaluz, el Cristianismo es presentado en todo el texto “siempre en un sentido represivo y sectario”, “como obstáculo social e histórico de progreso social y cívico, cuando menos de la Europa Occidental” y en el caso de la homosexualidad aparece “nuevamente asociado con crueldad, injusticia o maldad”.
La “familia tradicional, sea extensa o estricta, aparece marginada dentro del proceso educativo” pues el autor recoge la aparición de nuevas relaciones de pareja con las que “relativiza desde la óptica de las convicciones morales de los recurrentes el concepto de familia con nuevas fórmulas cuestionadas moralmente u objeto de controversia en la sociedad española”.
Concluyen que el manual va contra el derecho del menor a recibir una formación “que no sea contraria a su formación moral y religiosa”, lo que “se vulnera” con aspectos parciales.
La familia está satisfecha
La familia que presentó este recurso se ha mostrado “satisfecha y contenta” por la sentencia. En rueda de prensa en Huelva, Dolores Cano, la madre del alumno, recordó que llevan más de dos años “luchando por tener la libertad de educar a nuestros hijos según nuestras convicciones y parece que ahora la ley nos vuelve a dar la razón”.
El TSJA ya reconoció a esta familia el derecho a objetar frente a la asignatura, un derecho que posteriormente fue rechazado por el Tribunal Supremo. Por eso, la madre del menor apuntó que esperarán, ya que la sentencia es recurrible ante el Supremo.