Orbán vetó esta madrugada que la UE apoye a Ucrania con 50.000 millones de euros
El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, aseguró hoy que podría levantar su veto al apoyo financiero comunitario a Ucrania si su Gobierno recibe los fondos que la Comisión Europea mantiene congelados por violaciones del Estado de Derecho.
"En dos meses, quizá más, nos reuniremos y veremos qué ha pasado. Si alguien quiere modificar la ley presupuestaria, esa será una buena oportunidad para que Hungría reciba lo que le corresponde. Todo", dijo esta mañana en declaraciones a la radio pública Kossuth desde Bruselas, donde participa en la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE).
Orbán vetó esta madrugada que la UE apoye a Ucrania con 50.000 millones de euros por lo que los líderes han decidido posponer el asunto para los primeros meses de 2024.
En la cumbre que comenzó anoche Orbán decidió no impedir el inicio de las negociaciones de adhesión de Ucrania a la UE, tal como había reiterado, pero más tarde bloqueó la asistencia financiera al país invadido por Rusia.
Durante los últimos días, Orbán, considerado el líder de la UE más cercano a Rusia, repitió que Ucrania no estaba preparada para negociar su adhesión y que tenía graves problemas con la corrupción.
Según insistió hoy el primer ministro, el dinero para Kiev es de los ciudadanos europeos, y tampoco apoyó que la UE acuda a un crédito para asistir económicamente a Ucrania.
"Veintiséis líderes están de acuerdo en todos los componentes", confirmó esta madrugada en declaraciones a los medios el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien precisó que un país, Suecia, debe consultar a su Parlamento y otro, en referencia a Hungría aunque no lo nombró, no apoyó el documento.
La Comisión Europea desbloqueó el pasado miércoles 10.200 millones de euros en fondos de cohesión para Hungría tras avalar su reforma judicial.
Bruselas mantiene congelados otros 11.700 millones en fondos de cohesión, cuyo desembolso condiciona a reformas para garantizar la libertad académica, así como a cambios en su polémica ley sobre "protección de la infancia" -que la Comisión considera discriminatoria ya que compara pedofilia con homosexualidad y prohíbe hablar de diversidad sexual a menores.
Orbán aseguró que esos fondos le corresponden a Hungría y afirmó sobre la entrega de esos 10.200 millones de euros que es "mejor tarde que nunca".
Si no hay acuerdo sobre la ayuda financiera en la próxima reunión de los líderes de la UE, los Estados también podrían proporcionar ayuda de forma individual o establecer acuerdos separados dejando fuera a aquellos que tengan reticencias.
Aunque Orbán ha permitido el inicio de negociaciones de adhesión, recordó que para la entrada de un país al bloque se necesita el visto bueno de todos los parlamentos nacionales de la UE, una referencia velada a que Hungría podría oponerse en el futuro a una membresía de Ucrania.