La Nochevieja universitaria ha vuelto este año a la plaza Mayor de Salamanca, con un aforo de 20.000 jóvenes llegados de toda España para despedir el año juntos antes de volver a sus casas por Navidad, una tradición que comenzó en 1999 como una simple despedida de amigos y que ahora es una fiesta multitudinaria.
A las 19:00 horas comenzaron a llegar las primeras personas a los controles de la plaza, donde se les entregaba un paquetito con doce gominolas en forma de uvas verdes, rojas y amarillas, las protagonistas del momento culmen de la cita: las doce campanadas del reloj de la emblemática plaza barroca en esta Nochevieja adelantada.
El último jueves antes de que los estudiantes regresen a sus casas por las vacaciones de Navidad es sinónimo en Salamanca de la llegada de miles de jóvenes de múltiples puntos de España y también de otros países, como el vecino Portugal, para celebrar una fiesta que desborda la tradicional estampa de la plaza Mayor y abarrota el ocio nocturno de la ciudad.
Con accesorios navideños y abrigos propios de esta altura del año, estudiantes de todo el país se han dado cita en el corazón de Salamanca para vivir una noche de fiesta especial de la que todos han oído hablar.
Carlos Rodríguez, de 20 años, es de Vigo, pero estudia en Valladolid y este año repite, con el objetivo de conocer gente nueva y de reunirse con amigos de su ciudad natal, que también se han desplazado a Salamanca para la fiesta.
"Vinimos el año pasado y, como lo pasamos guay, pues a repetir. Se junta gente de todos los puntos de España, y en Valladolid siempre vemos a la gente de siempre. Nos volvemos a las nueve, no tenemos pensado ni dormir", ha contado Rodríguez a EFE.
Desde las 20:00 horas, por el escenario situado bajo el reloj de la plaza han desfilado DJs que han animado la espera hasta las campanadas: Alavama Ice, Dj Pedraza, Dani Serra, Danigon, Diego M.A., Cheli Sound y Víctor González y Cheli Sound.
Joan, de 21 años, ha viajado desde Mallorca con su grupo para repetir la experiencia de la Nochevieja universitaria, una cita que ya conocen porque tienen un amigo estudiando en la ciudad.
"Ya vinimos el año pasado en la Nochevieja universitaria, venimos por la fiesta y por el ambiente universitario", ha explicado Joan a EFE, antes de entrar en la plaza Mayor, cuyos accesos controlan un total de 12 agentes privados de la organización en un dispositivo supervisado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, con la Policía Local oteando desde las balconadas.
UNA NOCHE DE OCIO NOCTURNO ABARROTADO
El aforo máximo es de 20.000 personas y la Asociación de Hostelería de Salamanca, promotora del evento, esperaba llenar este año, después de que en la anterior edición "aún quedara algún hueco", según ha indicado a EFE su presidente, Jorge Carlos Moro.
El grupo de Joan, que duerme en casa de su amigo estudiante en Salamanca, calcula que gastará un mínimo de 100 euros por persona en este viaje, contando gastos de transporte, comida y la entrada para una de las fiestas que siguen a las campanadas, que cuesta 25.
El presupuesto se incrementa notablemente para quienes no conocen a nadie en la ciudad y tienen que sumar el coste del alojamiento, como es el caso de Carla Fernández, de 29 años, que visita por primera vez Salamanca y su Nochevieja universitaria con un grupo llegado de Cataluña y Madrid.
Después de las uvas-gominola, la fiesta continúa por los más de 40 locales de ocio nocturnos adheridos, en los que el público puede ir canjeando un bono de consumiciones especial que muchos de ellos ya llevan comprado con antelación. El permiso de apertura se alarga una hora: los bares hasta las 5 de la madrugada y las discotecas hasta las 6.30.
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