El ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, ha afirmado este miércoles que el "mayor problema de la democracia" española es que el PP "ha comprado el discurso ultraderechista de Vox" y no la ley de amnistía, que augura que "va a tener éxito porque va a conseguir que España sea un país mejor".
Bolaños se ha pronunciado de esta forma en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados en respuesta a una pregunta de la diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, que le ha preguntado por la proposición de ley de amnistía un día después de superar su primer trámite en la Cámara con su toma en consideración.
"El PP ha comprado el discurso ultraderechista de Vox, es el mayor problema que en este momento tiene la democracia española, no una ley que va a continuar el camino de los indultos y que va a tener éxito porque va a conseguir que España sea un país mejor con Cataluña teniendo mejor convivencia y más concordia", ha dicho.
Además, ha dado la bienvenida a la diputada, diciéndole que en el PP "ser ultra es un mérito para tener puestos de responsabilidad y de portavocía", y le ha reprochado que acudiera a la toma de posesión del presidente de Argentina, Javier Milei, junto con Viktor Orbán, Jair Bolsonaro y Santiago Abascal, "con la familia ultra, con la internacional ultra a la que pertenece el PP y Feijóo".
"Ya que comparten estrategia con Vox y se manifiestan con ellos, una pregunta para ustedes. ¿De quiénes se sienten más cerca?, ¿de los energúmenos violentos que cantan el cara al sol en Ferraz o del PSOE? Sus caras muestran el problema que tiene el PP hoy, que no tiene una respuesta clara para una pregunta tan fácil para los demócratas", ha lamentado.
Álvarez de Toledo le ha respondido que viajó a Argentina también con el rey, y ha centrado su intervención en criticar la ley de amnistía, que considera una "humillación de los constitucionalistas catalanes" y una forma de "corrupción", por haber negociado los socialistas la investidura de Pedro Sánchez con grupos como Junts y ERC "a cambio de impunidad y lo que haga falta".
En su opinión, esta ley provoca una "fractura civil española" y supone "la liquidación de la igualdad" al premiar, según ha dicho, "la sedición con impunidad y la malversación con 15.000 millones de quita".
También traerá a su juicio la "demolición del Estado de derecho", por haber pasado de "Puigdemont rendirá cuentas ante la Justicia a que la Justicia rinda cuentas ante Puigdemont".
"La verdadera convivencia rima con resistencia. Pierdan toda esperanza, no serán más que un humillado paréntesis en la historia de España", ha señalado.
Bolaños también ha defendido en su intervención que la ley de amnistía es un paso "definitivo" para mejorar la convivencia entre los catalanes y entre Cataluña y España, y ha preguntado cuál es el plan del PP para esta comunidad autónoma.
ENCUENTRO
La reunión prevista para este miércoles, a las 12.30 horas, entre el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y el presidente interino del Tribunal Supremo (TS), Francisco Marín Castán, se ha suspendido en plena escalada de tensión por el señalamiento a los jueces.
Fuentes jurídicas han confirmado a Europa Press que el encuentro que estaba fijado en la agenda de Moncloa se ha suspendido a última hora por "razones sobrevenidas".
Este movimiento tiene lugar justo después de que ayer en el Congreso la diputada de Junts Miriam Nogueras llamara "indecentes" al presidente de la Sala de lo Penal del Supremo, Manuel Marchena, y a los magistrados del tribunal Carlos Lesmes y Pablo Llarena.
Asimismo, ayer en el Senado el representante de Junts Josep Lluís Cleries acusó a los togados de emprender una "batalla política" para "intentar torpedear" la ley de amnistía. Ante tales afirmaciones, el propio Bolaños salió en defensa de los jueces y de su independencia.
"No comparto en absoluto las críticas que hace usted a los jueces y al Poder Judicial. España es un Estado de Derecho, una democracia plena y los jueces actúan con independencia y con separación de poderes", ha dicho Bolaños respondiendo a la pregunta lanzada por Cleries durante la sesión de control al Gobierno en el Senado.
Además, el ministro señaló que "la labor fundamental del ministro de Justicia es garantizar que los jueces pueden hacer su labor sin injerencias, sin que nadie por detrás intente de alguna manera influirles, y con todos los medios adecuados para hacer su labor para que España sea lo que es, un Estado de Derecho ejemplar".