Por mucho que digan las encuestas, pocos son los que siguen dando veracidad a una victoria del PP en Andalucía en las próximas autonómicas. A medida que se acerquen los comicios, el PSOE pondrá en marcha la máquina y a ver entonces quién es el que más corre. Lo de la máquina lo reconocen hasta desde dentro del partido. El mismo José Antonio Griñán lo ha reclamado públicamente hace unos días “para salir del atolladero”.
En este sentido, lo único que cabe certificar es que los socialistas siguen en el atolladero, y ya se le nota hasta al propio Griñán, al que todavía le cuesta equiparar su buena imagen en las distancias cortas a la de las distancias largas, las de un mitin, por ejemplo. En Sevilla, hace un par de semanas, con motivo del acto de presentación de los candidatos a las municipales, y ante José Luis Rodríguez Zapatero, tuvo su oportunidad, y no lo logró, no transmitió. Puede que no le inspirara el hecho de jugar en casa, ante su gente, ante la militancia, sin necesidad de convencer, pero lo cierto es que a día de hoy no soportaría dos asaltos contra Javier Arenas ante una gran audiencia -otra cosa es que el combate sea a puerta cerrada, en formato debate y ante las cámaras; ahí podría cambiar el resultado-.
Será difícil salir del atolladero con tantas dudas, aunque después venga la maquinaria a echar una mano y dar el impulso que todos aguardan para equiparar las fuerzas. Pero, por ahora, esas mismas dudas son las que llevan a meter los pies en nuevos charcos, como le ha ocurrido al “presidente de Andalucía” -como dice Jesús Quintero- esta misma semana al señalar que considera necesario que el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) “transforme el concepto de demandante de empleo en el concepto de oferente de empleo”, que es el tipo de frases que dichas por un político parecen querer disfrazar realidades.
No sé, a lo mejor algún parado se sintió mejor consigo mismo al saber que no tiene que verse como una persona sin empleo, sino como una persona que está en el mundo para decirle a la sociedad “puedo serte de utilidad”. A Milinco Pantic le funcionó en su día. El mediapunta serbio llegó a mediados de los noventa a las oficinas del Atlético de Madrid. Se presentó ante el director deportivo y le dijo: “Hola, me llamo Milinco Pantic y quiero jugar en su equipo”. Le hicieron una prueba y ocho meses después estaba levantando el trofeo de Liga y el de Copa del Rey, además de ser considerado jugador revelación de la temporada en España. Pantic asumió su condición de oferente de empleo y acertó, pero su caso, hoy en día, no es más que una anécdota que viene a poner de manifiesto la innecesaria incursión del presidente de la Junta de Andalucía en un drama tan extendido en nuestra comunidad autónoma y tan particular en el caso de nuestra provincia. El drama, el de los parados, no lo será menos por cambiarle de nombre a su condición, por lo que carece de sentido adentrarse en estos callejones sin salida que, en último caso, nos remiten nuevamente a esa sensación de desoladora intemperie que las ejecutivas socialistas están trasladando a las bases como consecuencia de la desestabilizadora presión ocasionada por la amenaza de un batacazo electoral.
Hay, de hecho, otras cuestiones más graves y acuciantes sobre las que intervenir y que tienen a los ayuntamientos como protagonistas. Los consistorios, a menos de ocho meses para una cita electoral, van a adentrarse en 2011 con los peores resultados económicos de las últimas dos décadas: la crisis, las deudas con los proveedores, la imposibilidad de recurrir al endeudamiento y el descenso de la recaudación son los argumentos que sustentan esta tesis. Luis Pizarro ha dicho esta semana que todos deben empezar por “no gastar más de lo que ingresan”, pero al mismo tiempo hay otras cuestiones pendientes, como la reforma de un modelo de financiación que permita asumir las competencias definidas por los ayuntamientos como “impropias”. El de Jerez está trasladando dosis de optimismo de cara a cierta estabilización financiera para 2011, aunque mezclar estabilización financiera y elecciones municipales en un mismo periodo nunca ha sido un buen cocktail.

Unidos y desunidos por el turismo
Hay pocas cuestiones que hagan coincidir en una misma posición a diferentes fuerzas políticas. Una de ellas es la apuesta por el turismo local. Sin embargo, los únicos que parecen tenerlo claro de verdad son los que se juegan a diario su negocio, los que saben de qué va esto. Los demás, llámese administraciones públicas o fuerzas políticas, siguen sin ponerse de acuerdo a la hora de consensuar la apuesta, de decidir qué es lo que quieren ser de mayores. El debate sobre el aeropuerto es el capítulo más reciente al respecto.

Un nuevo hijo adoptivo llegado desde El Líbano
Mauricio Geara es el nuevo Hijo Adoptivo de la ciudad de Jerez. El primero llegado desde El Líbano, aunque no es precisamente la distancia, sino la labor desarrollada en nuestra ciudad desde hace más de treinta años, la que le ha hecho merecedor de este reconocimiento. Como dijo la alcaldesa durante el discurso institucional, Geara ha demostrado que era capaz de “anteponer el bienestar de los demás al suyo propio” y, por supuesto, que es mucho más que un médico.