Podemos es un interlocutor más con el que también habrá que negociar la agenda legislativa, algo que los morados exigían desde hace tiempo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha quedado tranquilo después de que la líder de Podemos, Ione Belarra, llamara ayer a Félix Bolaños para asegurarle su compromiso con la estabilidad y que la ruptura con Sumar no iba a afectar a la legislatura.
Sí que ha reconocido Sánchez en una conversación informal con periodistas con motivo del aniversario de la Constitución, que a partir de este momento, Podemos es un interlocutor más con el que también habrá que negociar la agenda legislativa, algo que los morados exigían desde hace tiempo y que consiguen ahora con su integración en el Grupo Mixto.
Los ministros de Sumar tampoco temen que los cinco diputados morados pongan en peligro al Gobierno y quieren ya pasar página a este capítulo después de meses de profundas discrepancias con los de Belarra.
De hecho, en la coalición respiran tranquilos con la salida de Podemos por la tensión y el ruido que generaban y no les preocupa que les echen para atrás algunas leyes porque ya lo hicieron en la legislatura anterior y creen que lo que buscan ahora es protagonismo, pero que no lo van a tener.
Les cogió completamente por sorpresa la ruptura, que conocieron porque lo anunció primero Canal Red, el medio de Pablo Iglesias a quien en Sumar señalan como el inductor de la estrategia morada, y también por los medios se enteró Pedro Sánchez.
Después hubo una llamada de Lilith Verstrynge a Josep Vendrell, exjefe de gabinete de Díaz y ahora coordinador de la coalición, poco antes de que el diputado Javier Sánchez lo hiciera público en el Congreso.
Precisamente a Verstrynge los comunes le reclaman el escaño ya que fue en el número 4 por la lista de Barcelona de En Comú para las elecciones del 23J.
Mientras tanto en Podemos se están reorganizando de cara a la nueva etapa y mantendrán una reunión en los próximos días con los tres diputados del Mixto (BNG, Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro).
Van a poner el foco en vivienda, la agenda feminista y las guerras de Ucrania y Gaza y dejan muy claro que el PSOE va a tener que sudar también la camiseta con ellos si quiere sus cinco votos porque son tan determinantes como los de los independentistas y nacionalistas.
Se sienten también aliviados por cerrar ya este episodio después de haber sido arrinconados por Sumar, según ellos, e insisten en que la gota que colmó el vaso fue que no dejaran ayer a Belarra intervenir en la comparecencia del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, como había pedido.
Podemos también ha hecho hincapié en que su objetivo es la estabilidad de la legislatura y así se lo hizo saber Belarra cuando llamó ayer por teléfono al ministro de Presidencia, pero lo que quieren es trabajar para transformar "con medidas valientes".