El portavoz del Grupo Popular en el Parlamento de Andalucía, Toni Martín, ha señalado este jueves durante la jornada final del Debate sobre el estado de la Comunidad al secretario general del PSOE, Juan Espadas, como "el único andaluz que no está contento" con el acuerdo de la Junta de Andalucía y Gobierno sobre el Parque de Doñana y su entorno, convencido de que "prefiere que haya peleas, que haya bronca".
Martín se ha pronunciado en estos términos para explicar el futuro que le aguarda a la Proposición de Ley de Ordenación de los Regadíos en los municipios al norte de la Corona Forestal de Doñana, iniciativa conjunta de PP y Vox, texto del que ha asegurado que "decae cuando termina la legislatura", de manera que no se llevará al Pleno del Parlamento para que éste se pronuncie a favor o en contra.
"Se deja en un cajón y cuando termina la legislatura decae", ha reiterado.
Martín ha señalado a la portavoz del Grupo Por Andalucía, Inmaculada Nieto, como "la otra persona enfadada" junto con Espadas sobre el acuerdo por Doñana y a quien ha vuelto a llamar "la portavoz del Grupo Socialista" y a quien ha propuesto que opte al relevo de Espadas cuando éste se marche a Madrid para ejercer de portavoz del PSOE en el Senado.
Martín ha anunciado que en el próximo Pleno su grupo parlamentario solicitará la comparecencia del Gobierno andaluz "para que explique los pormenores" del acuerdo sobre Doñana, antes de argumentar que se trata de un pacto que conlleva "medidas históricas" para Doñana y las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla.
Martín ha sostenido que el acuerdo de Doñana se ha producido gracias a "la determinación de este Gobierno y de este grupo" al presentar la Proposición de Ley, de la que ha indicado que sin ella "los agricultores de Huelva seguirían siendo maltratados".
La intervención de Martín también ha puesto el foco en el día a día de la relación con el Gobierno de España, ámbito donde ha asegurado que "hemos sufrido al Gobierno más antiandaluz de la historia", comportamiento que ha concretado en que "ha pisoteado nuestras competencias".
Entre éstas ha señalado que "han intervenido nuestra autonomía fiscal", en alusión a la creación del Impuesto temporal de solidaridad de las grandes fortunas como alternativa a la bonificación al 100% del Impuesto sobre el Patrimonio.
De esos reproches al Gobierno han formado parte el relato de las consecuencias de los pactos que ha suscrito el PSOE para garantizar la investidura de Pedro Sánchez, que ha descrito como "comprar el sillón de La Moncloa", al tiempo que ha reprochado al PSOE que "se atreven a hablar de equidad" cuando "han votado en contra" del Fondo de compensación transitorio hasta que haya un nuevo sistema de financiación, ámbito donde ha denunciado "la condonación de deudas milmillonarias", antes de concluir que los acuerdos que han garantizado la continuidad de Pedro Sánchez en La Moncloa ha sido "el pacto de la falta de vergüenza".
"De facto nos han convertido en ciudadanos de segunda", ha proclamado el portavoz del PP-A en la Cámara autonómica, quien ha asegurado que "vamos a exigir un trato igualitario con el resto de comunidades autónomas", propósito para el que ha pedido que se convoque el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) y se propicie tener un modelo de financiación que "no lesione y perjudique" a Andalucía.
Martín ha asegurado sobre las manifestaciones que se celebrarán este domingo en Sevilla, día 3 de diciembre, alentadas por diferentes organizaciones de la sociedad civil, por la conmemoración del 4 de diciembre de 1977, que servirán para "seguir exigiendo los mismos derechos para Andalucía que todos los demás igual que como el 4 de diciembre".
"No vamos a tolerar ni un solo abuso ni un solo ataque", ha proclamado el portavoz del PP, quien ha dado "ánimo" a Moreno "para seguir por el mismo camino".
Ha defendido en su intervención que "Andalucía no es la misma que hace cinco años", con el convencimiento de que se ha producido "una trasnformación excepcional" como consecuencia de "un gobierno que pone la Junta de Andalucía al servicio de los andaluces", que ha desechado clasificar a los andaluces en "ni buenos ni malos", que ha concretado en "una forma de gobernar amable y no crispada, que busca el acuerdo y el entendimiento".
"Un gobierno empeñado, no en levantar muros, si no en construir puentes, lo mismo que hemos intentado este grupo parlamentario".
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