Geofísicos de ETH Zurich han revelado una capacidad asombrosa de la infraestructura de fibra óptica: cada onda de un terremoto de magnitud 3,9 queda registrada en el sistema de supresión de ruido. Este método, detallado en Scientific Reports, promete sistemas de alerta temprana asequibles y eficientes.
En Suiza, donde tener una red densa de estaciones de monitoreo de terremotos es común, este descubrimiento podría no parecer tan revolucionario. Sin embargo, para países menos desarrollados y las vastas profundidades oceánicas, donde la implementación de sistemas de monitoreo es costosa y compleja, este método representa una esperanza tangible.
El equipo de científicos del Instituto de Geofísica de ETH Zurich, en colaboración con el Instituto Federal Suizo de Metrología (METAS), ha desarrollado una técnica innovadora y asequible para medir terremotos, incluso en el fondo del océano y en regiones menos favorecidas.
Utilizando la infraestructura de fibra óptica existente, específicamente el sistema de supresión de ruido conocido como cancelación activa de ruido de fase (PNC), los científicos han demostrado que la fibra óptica puede ser una herramienta precisa para detectar temblores sísmicos sin necesidad de costosos dispositivos adicionales.
El profesor de geofísica Andrés Fichtner explica: "Aprovechamos una función que ya realiza la infraestructura de fibra óptica existente: obtenemos los datos de vibración del sistema de supresión activa de ruido, que tiene la función de aumentar la precisión de las señales en la comunicación óptica de datos".
Este enfoque innovador simplifica el proceso al requerir solo el almacenamiento y evaluación de los datos de supresión activa de ruido, eliminando la necesidad de dispositivos adicionales o costosas infraestructuras.
La cancelación activa de ruido de fase (PNC) en la fibra óptica se compara con los sistemas de supresión de ruido en auriculares de gama alta. En la transmisión óptica de datos, las deformaciones en las fibras ópticas, causadas por terremotos, ondas de agua, presión del aire y actividad humana, generan un "ruido" que se puede medir con precisión utilizando esta técnica.
Los datos del PNC se han utilizado para seguir con detalle cada onda de un terremoto de magnitud 3,9 en Alsacia, y un modelo basado en estos datos coincidió con gran precisión con las mediciones del Servicio Sismológico Suizo.
Este descubrimiento podría allanar el camino para un sistema global de alerta temprana de tsunamis y terremotos, especialmente beneficioso en regiones menos desarrolladas. La fibra óptica, inicialmente diseñada para la comunicación de datos, ahora se revela como un recurso vital en la vigilancia y prevención de desastres naturales.
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