PSOE y Junts celebrarán su primera reunión con un verificador internacional este sábado 2 de diciembre en Ginebra (Suiza), después de que ambas formaciones llegaran a un acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez, según ha adelantado El Confidencial.
El acuerdo firmado por las dos formaciones recogía que la primera reunión de negociación debería celebrarse en el mes de noviembre, aunque finalmente se llevará unos días más tarde, después de que ambos partidos cuadraran agendas.
PSOE y Junts acordaron además dotarse de un mecanismo internacional entre ambas organizaciones para "acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos entre ambas formaciones a los que se llegue", según el texto, que participará en este primer encuentro.
Ninguna de las dos partes ha desvelado la identidad del verificador, aunque fuentes socialistas indicaron que no sería una persona "con nombres y apellidos" sino una organización dedicada a hacer este tipo de labores de mediación.
La semana pasada el presidente del Gobierno, durante su gira por Oriente Próximo en una conversación informal con periodistas defendió la inclusión de un mecanismo de verificación en el diálogo con Junts porque, a su juicio, puede ser de ayuda dada la "desconfianza" existente entre ambas formaciones.
Desde el PSOE además defienden establecer este mecanismo de verificación porque ambos partidos parten de posiciones totalmente antagónicas, según señalan, porque Junts quiere un referéndum de autodeterminación mientras que los socialistas apuestan por desarrollar el Estatuto de Autonomía catalán del año 2006.
En la citada conversación Sánchez también confirmó que la delegación del PSOE en esta reunión la encabezará el secretario de Organización, Santos Cerdán, quien ya estuvo al frente de la negociación con Junts y se trasladó a Bruselas durante varios días para cerrar definitivamente el pacto.
El PSOE considera que llevara cabo estas reuniones supone un avance significativo respecto a la situación vivida hasta ahora con los posconvergentes con los que prácticamente no había diálogo mientras que ahora se van a sentar a hablar.
Señalan además que llevarán estas conversaciones con discreción y comunicarán los acuerdos cuando se produzcan, pero no cuentan con hacer públicas las actas de cada encuentro. Tampoco avanzan si ven posibilidades de que se produzcan acuerdos en el corto plazo. Más bien apuntan a conversaciones de largo recorrido a partir de los puntos recogidos en el texto del acuerdo.