La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha presidido este miércoles el acto de homenaje a los siete miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) caídos hace 20 años en un atentado en Latifiya (Irak), de los que ha dicho que "fueron un ejemplo de vida, antepusieron el interés de salvar a los demás y de ayudar a la paz, que es una de las cosas más nobles". El 9 de octubre había sido asesinado otro miembro en Bagdad.
En el acto, celebrado en la sede central del CNI, se han entregado las Grandes Distinciones en Categoría Oro a título póstumo a los compañeros caídos, que han sido recogidas por sus familias.
"Hoy no es el lugar de las palabras, es el de los sentimientos y el de las lágrimas", ha dicho Robles, recordando el espíritu de Carlos, José Antonio, José Lucas, Alberto, José Ramón, José Carlos, Alfonso y Luis. "Un espíritu que está aquí en esta sala, con nosotros, y nos da impulso para seguir adelante", ha agregado, antes de dirigirse a las familias y decirles que son "un ejemplo de superación" para todos.
Durante su intervención, Robles ha destacado la importancia del trabajo "callado, serio y responsable" de los hombres y mujeres del CNI, ya que "gracias a ellos se están salvando vidas en muchos lugares".
De su lado, la secretaria de Estado directora del CNI, Esperanza Casteleiro, ha señalado el apoo que recibió el centro por parte de las autoridades y la sociedad de España cuando sucedió el atentado, añadiendo que el recuerdo de los caídos en Irak ha servido de ejemplo para el resto de los miembros, como máximo exponente de la voación de servicio del centro con España, según un comunicado del Ministerio de Defensa.
En su discurso, también ha resaltado el recuerdo imborrable que ha quedado en el CNI de los compañeros caídos y la importancia de la memoria, destacando que "nunca muere lo que no se olvida, y nosotros no les olvidaremos jamás".
Robles y Casteleiro han transmitido a los familiares al personal del centro el deseo expresado por Felipe VI de estar allí acompañándoles. Después, se han dirigido al Monumento de los Caídos, donde la unidad de música de la Guardia Real ha interpretado la oración 'A los que dieron su vida por España' y 'La muerte no es el final', tras lo que han depositado una ofrenda de corona de laurel. Para concluir el acto, se ha interpretado el toque de oración y el himno nacional.