Telefónica ha confirmado este lunes, durante su
segunda reunión con los sindicatos, que llevará a cabo un
Expediente de Regulación de Empleo (ERE), el primero desde 2013. Este ERE, que rompe con la dinámica de planes voluntarios de años anteriores, implicará la salida de
miles de trabajadores, afectando a un mínimo del
10% de la plantilla en España.
La última vez que Telefónica aplicó un ERE fue en
2013, que finalizó con la salida de
6.830 trabajadores. Desde entonces, la compañía ha optado por los Planes de Salidas Incentivadas (PSI), con el más reciente en 2022, que resultó en
2.347 bajas. En total, más de
11.300 empleados han dejado la empresa a través de estos planes desde 2015.
Este nuevo ERE supondrá una
provisión de 1.000 millones de euros en las cuentas de Telefónica para este ejercicio, esperando compensar con ahorros en salarios que podrían superar los
200 millones de euros anuales. Además, se planea un
plan de bajas para altos directivos, estimando unas
300 salidas y un costo adicional de
200 millones de euros, con el objetivo de
optimizar la estructura de mando de la compañía.
De momento, la compañía no ha detallado el número de empleados que se verán afectados por los ERE,
algo que "legalmente no pueden hacer", ya que cualquier dato previo presentado fuera de la mesa de negociación podría dar lugar a la impugnación del ERE, según han informado este lunes a EFE fuentes sindicales.
Si el ERE incluye a los nacidos en 1968 estarían afectados unos 2.500 empleados
y si lo hace también a los de 1969 la cifra ascendería a 5.000.