Solo el 9,88 % del profesorado afirma no tener problemas de convivencia en clase y siete de cada diez denuncia haber padecido desde faltas de respeto a agresiones y amenazas, según la respuesta de casi 3.300 docentes a una encuesta del sindicato CSIF.
En una rueda de prensa, el presidente del sector de Educación de CSIF, Mario Gutiérrez, y la secretaria de Negociación y Coordinación Autonómica, Isabel Madruga, han explicado los resultados del sondeo, que refleja que los problemas de convivencia son más frecuentes en la etapa de secundaria.
Frente al promedio del 9,88% de los docentes que dicen no tener problemas de convivencia en sus centros educativos, este dato se reduce al 6,26% en el caso de la ESO y aumenta hasta el 18% en Infantil, Primaria y Educación Especial, ha explicado Madruga.
Esta grave situación se ve reflejada también en el aumento de llamadas, un 22 %, que ha recibido en 2023 el servicio de "Ayuda Profe" del CSIF, de las cuales un 59 % corresponden a mujeres frente al 40 % de hombres, algo lógico dado que es un sector muy feminizado.
En cuanto a las agresiones por parte de las familias el porcentaje se sitúa en el 39,36% y, en este caso, es mayor en infantil, primaria y educación especial, con un 44,7%, frente al 36,9 % en secundaria y otros cuerpos docentes.
En relación con las agresiones frecuentes entre el alumnado, los resultados de la encuesta lo cuantifica en un 59,46%.
Los testimonios de los docentes afirman que existen ratios "demasiado elevadas que impiden una atención personalizada; una apatía y desidia generalizada del alumnado hacia el aprendizaje, y tenemos la sensación de que cada vez somos más cuidadores de niños durante las horas de la mañana y menos docentes, sin mencionar la excesiva burocracia y los continuos cambios legislativos tendentes a reducir la adquisición de contenidos", han coincidido Madruga y Gutiérrez.
Pese a los crecientes problemas de convivencia graves y de tratamientos psiquiátricos entre el alumnado "no hay ningún apoyo por parte de la Administración; a lo que se unen problemas con las redes sociales y de cumplimiento de las normas del centro en cuanto a dispositivos móviles que generan enfrentamientos frecuentes con el profesorado".
Junto a ello hay una "pérdida de autoridad del maestro, ruido constante, falta de disciplina, de civismo y de motivación al trabajo, desinterés y algún problema con el vandalismo como rotura de puertas, tuberías, así como conductas disruptivas que interrumpen el normal desarrollo de las clases; hay un alumnado muy alterado que no respeta el turno de palabra y están constantemente hablando con el compañero".
Por todo ello, ha explicado Gutiérrez, se ha enviado una carta de la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, en donde se le pide una mejora de las condiciones laborales del profesorado, la negociación de un verdadero Estatuto Docente, la reducción de ratios y la eliminación de la burocracia innecesaria.
En su opinión, hay una absoluta dejación de funciones que hace que los problemas se enquisten y empeoren.