El nuevo ministro británico de Asuntos Exteriores, David Cameron, llegó hoy a Israel en una visita sorpresa que incluyó un recorrido por el kibutz Beeri, una de las comunidades cercanas a la Franja de Gaza atacadas por Hamás el pasado 7 de octubre, junto con su homólogo israelí, Eli Cohen.
"Quería venir aquí para ver con mis propios ojos la naturaleza horrible de los ataques", indicó Cameron en declaraciones reproducidas por medios locales.
Según un comunicado de Exteriores del Reino Unido, el ex primer ministro conservador, que entró al Gobierno la semana pasada, se reunirá durante esta visita con "líderes israelíes y palestinos".
Su llegada a Israel ocurre en un momento en el que está pendiente la entrada en vigor de un acuerdo alcanzado entre Israel y Hamás para una tregua temporal en el conflicto en Gaza que permita realizar un canje de rehenes en poder del movimiento islamista por presos palestinos en cárceles israelíes.
La tregua iba a entrar en vigor hoy pero fue aplazada, según Israel hasta mañana viernes.
El ministro Cohen agradeció al ministro de Asuntos Exteriores británico su apoyo a Israel y el compromiso israelí de seguir luchando por la eliminación de Hamás y la liberación de todos los secuestrados, indicó un comunicado del Ministerio..
"Los líderes mundiales necesitan ver las atrocidades de Hamás con sus propios ojos y comprender que Israel está luchando contra una organización terrorista peor que ISIS (Estado Islámico)", afirmó Cohen.
Cohen insistió en que, incluso después de la tregua temporal para la liberación de mujeres y niños secuestrados en Gaza, Israel seguirá luchando para lograr sus objetivos: "la destrucción del gobierno de Hamás en la Franja de Gaza y la liberación de todos y cada uno de los secuestrados".
"Agradecemos a Gran Bretaña su firme postura al lado de Israel desde el comienzo de la guerra y su apoyo a nuestro derecho a proteger a nuestros ciudadanos", subrayó el israelí.
Cohen también pidió al ministro británico que, como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, el Reino Unido presione para que se implemente la resolución 1701 de 2006, que puso bajo control de los Cascos Azules, la frontera entre Israel y Líbano tras la última guerra, para evitar la expansión del conflicto a un segundo frente en el norte.
Antes de viajar a Israel, Cameron habló el miércoles en Londres con líderes de países árabes e islámicos sobre cómo emplear el acuerdo alcanzado entre Israel y Hamás para "construir un futuro pacífico" que aporte seguridad a Israel y paz y estabilidad a los palestinos.
Las conversaciones se centraron en "cómo asegurar la liberación de todos los rehenes, aumentar la cantidad de ayudas a Gaza y cómo alcanzar una solución política en el largo plazo al conflicto", indicó un comunicado del Ministerio británico de Exteriores.
Cameron enfatizó la importancia de "permitir a las organizaciones humanitarias traer más combustible para poder llevar a cabo tareas salvavidas, como suministrar electricidad a los hospitales o las plantas de desalinización, que proporcionan el 80 % del agua potable de Gaza".
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