El número de casos de gripe de esta temporada se prevé menor que el de 2022, aunque la incidencia durará más tiempo y alcanzará sus valores más altos después de la Navidad, según las previsiones de los expertos, que constatan que la enfermedad ya ha comenzado a incidir con la llegada del frío.
Los datos del Instituto Carlos III revelan que la incidencia de gripe
ha aumentado en las últimas semanas y se ha situado en el 2,1 %, aunque continúa muy por debajo del 14 % que se alcanzó la misma semana del año pasado.
“Como no se ha producido esta primera ola de casos que sucedió en octubre de 2022, se espera que esta temporada de gripe y resfriados se asemeje ya más a las que vivimos antes de la irrupción de la pandemia de covid-19”, ha señalado el virólogo Estanislao Nistal, del Departamento de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo.
Tratamiento de los síntomas
A pesar de que 3 de cada 4 españoles padece gripe o resfriado al menos una vez al año, el 75 % no trata los distintos síntomas y sólo el 40 % asegura que recurre a antigripales si los síntomas se intensifican con el tiempo, según una encuesta de Kantar.
En este sentido, los expertos han insistido en la importancia de actuar desde el inicio de la enfermedad y recurrir a fármacos multisintomáticos, es decir, atacar a la gripe en todas sus formas.
"La población recurre a medicamentos como el paracetamol cuando un abordaje más eficaz lo pueden encontrar en los antigripales, ya que estos, además de paracetamol, contienen otros principios activos", ha destacado el farmacéutico Francisco Javier Iniesta.
La convivencia con el covid-19
La gripe estacional comparte espacio con el virus del SARS-CoV-2, que experimentó un repunte de casos el pasado verano debido a la aparición de dos nuevas variantes, y cuya vacuna se ha incluido en la campaña de vacunación de gripe de la población de riesgo que comenzó el pasado octubre y se prolongará hasta enero, señala la empresa en un comunicado.
Esta campaña de vacunación tiene el objetivo de inmunizar al 75 % de la población de riesgo, ya que se ha observado que la interacción de ambas infecciones duplica el riesgo de muerte en caso de coinfección.