Besos a distancia, gritos de "fuerza" y algún cartel con el lema "justicia para Shakira" han acompañado a la cantante en su visita relámpago al Palacio de Justicia de Barcelona, donde ha podido sentir el calor de un reducido número de incondicionales que la esperaban en la calle.
Shakira ha vivido este lunes uno de los momentos más difíciles de su vida, aunque eso no le ha impedido esbozar una media sonrisa para los pocos fans que la esperaban ante el juzgado, minutos antes de reconocer que defraudó 14,5 millones de euros a Hacienda entre 2012 y 2014 y aceptar una multa millonaria.
La cantante colombiana ha evitado los tres años de cárcel que le ha impuesto la Audiencia de Barcelona, tras reconocer que defraudó 14,5 millones de euros a Hacienda entre los años 2012 y 2014 y aceptar multas que suman casi 7,8 millones de euros.
Como la canción junto a Bizarrap en la que entona "con la prensa en la puerta y la deuda en Hacienda", un numeroso grupo de periodistas esperaban ansiosos su llegada, para seguir su juicio por fraude fiscal, que finalmente ha terminado en conformidad.
Shakira ha desembarcado pocos minutos antes de las 10 de la mañana en una furgoneta negra a pocos metros de la entrada principal al Palacio de Justicia, justo donde comenzaba el minucioso blindaje de los Mossos d'Esquadra al edificio ante tal acontecimiento.
Al otro lado de la valla instalada por la policía catalana con forma de zig-zag, un centenar de personas esperaba su llegada, la mayoría periodistas y reporteros gráficos de todo el mundo, aunque también curiosos de última hora que no han perdido la ocasión para ver a la artista y, entre todos ellos, un pequeño número de fans irreductibles.
"Besos guapísima", o "fuerza" han sido algunas de las expresiones que los pocos pero firmes admiradores de la colombiana le han hecho llegar mientras ella recorría los cerca de cien metros a pie entre su vehículo y la entrada del juzgado, flanqueada por sus abogados Pau Molins y Míriam Company, y por agentes de policía.
Muchos de sus admiradores también han querido inmortalizar ese momento, puesto que junto a curiosos y periodistas, no han dudado en sacar sus teléfonos móviles para grabar y tener así el recuerdo de que ellos estaban junto a la artista en uno de sus días más negros.
Shakira, vestida de rosa pastel y unas gafas de sol -atuendo que contrasta con el luto que lució cuando hace un año acudió a la Ciudad de la Justicia para firmar el acuerdo sobre la custodia de sus hijos, donde entró por la puerta opuesta a Gerard Piqué- no ha dudado en agradecer el apoyo a sus incondicionales.
Un beso al aire, un saludo y un gesto de cariño tocándose el corazón mientras dibujaba una tímida sonrisa ha sido el pequeño regalo que la colombiana ha lanzado a sus fans, mientras paralelamente los periodistas se amontonaban en la valla para intentar tomar las mejores imágenes de su llegada.
Aunque esa media sonrisa ha contrastado con su respuesta a un grupo de periodistas una vez dentro de las dependencias judiciales, donde a preguntas de los mismos sobre cómo se encontraba se ha quitado las gafas de sol que lucía y ha dicho: "Ahí vamos".
La expectación por la llegada de Shakira se ha contagiado incluso en el interior del propio edificio judicial, donde un grupo de funcionarios se ha asomado para vivir en directo la llegada de la artista, en la zona entre la entrada y la sala donde la cantante ha sellado el pacto reconociendo los hechos por los que era acusada.
Incluso algunas ventanas del edificio que alberga la Audiencia de Barcelona se han abierto a la llegada de la cantante, con algunas cabezas medio asomadas que no han querido perderse, desde una vista privilegiada a modo de palco, la llegada de la colombiana.
Una visita relámpago de media hora, donde Shakira ha aceptado los hechos ante el tribunal que le ha permitido librarse de la prisión, tras la que ha salido del juzgado rápidamente para recorrer en sentido inverso el camino hacia su coche, y abandonar la zona sin más.
La multitud de gente que esperaba a la cantante se ha disgregado entonces rápidamente y a los pocos minutos los Mossos d'Esquadra han comenzado a recoger las vallas y a replegar todo el dispositivo.
Una vez que la artista ha desaparecido de la escena, el 'show' se ha dado por terminado, y un rato después, como si de un concierto se tratara, solo quedaban rezagados y algún que otro cartel colgado por las inmediaciones de la Audiencia de Barcelona que aún seguía pidiendo "justicia para Shakira".
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