Según los informes,
en España hay unas 400.000 personas, mayoritariamente mujeres, que sufren
anorexia nerviosa, bulimia o trastornos por atracón. Si se aplica la proporción de población andaluza sobre la población española, que es del 17,8% según el INE, se podría deducir que
en Andalucía hay unas 71.200 personas que sufren algún trastorno alimentario. Sin embargo, esta cifra es solo una aproximación y puede variar según otros factores, como la edad, el género, el nivel socioeconómico o el acceso a la atención sanitaria.
La anorexia y la bulimia afectan en especial a
adolescentes y adultos jóvenes, más susceptible a los patrones externos. Por ello, no es de extrañar que la
adicción a las redes sociales, y el uso sin control paterno de estas, supone un factor clave a la hora de desarrollar una trastorno alimenticio.
En redes, los jóvenes se exponen a una gran cantidad de imágenes, mensajes y contenidos que pueden afectar a su percepción de la realidad, de sí mismo y de los demás:
- Los
cuerpos idealizados, retocados o con filtros.
- Los
likes y los
comentarios positivos o negativos.
- El
contenido desinformado que promueve dietas rápidas, cirugías estéticas o planes de ejercicio excesivos.
Todo ello puede provocar que los adolescentes desarrollen una insatisfacción por su cuerpo, baja autoestima y una obsesión por el peso y la comida, factores de riesgo para padecer bulimia u otros TCA.