El
Sorteo de la Lotería de Navidad es una tradición que va más allá de la simple compra de décimos; se ha convertido en una práctica común de compartir esperanzas y sueños entre amigos, familiares y compañeros de trabajo. Sin embargo, este acto de compartir puede llevar a
complicaciones si no se toman las medidas adecuadas.
Para garantizar un
reparto justo y evitar malentendidos, los expertos sugieren dos métodos principales. El primero consiste en que el
depositario del décimo realice una fotocopia de este, tanto del anverso como del reverso, y distribuya copias firmadas entre los participantes. En estas copias debe constar el nombre y el DNI del depositario, así como la indicación explícita de que cada persona participa en el número, serie, fracción y sorteo de la Lotería de Navidad con una cantidad específica de euros.
La segunda opción es
enviar una fotografía del décimo a través de medios digitales, como el email o WhatsApp. Esta fotografía debe incluir los datos del depositario, los participantes y la participación económica de cada uno. Este método sirve de prueba legal en caso de disputas sobre el reparto del premio.
Es crucial recordar que un décimo de lotería es considerado un
"cheque al portador". La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda que, para evitar problemas, no solo una persona acuda a cobrar el premio en caso de ser ganadores. Si esto sucede, la repartición posterior del premio entre los participantes se consideraría una
donación a efectos fiscales según la normativa de Hacienda.
Además, es importante tener en cuenta la situación específica de
parejas y matrimonios. Según el artículo 1351 del Código Civil, en caso de que el premio de la lotería caiga en un matrimonio, será el régimen económico del mismo el que determine cómo repartir el dinero. Para parejas con
separación de bienes, el premio pertenece a quien haya adquirido el décimo, a menos que decida compartirlo. En cambio, si la compra se realizó de forma conjunta o bajo un régimen de gananciales, el premio se debe repartir
equitativamente entre ambos, sin importar quién realizó la compra o el monto aportado.