Andalucía no ha salido bien parada de un estudio realizado a nivel europeo, en el que se constata que la mayoría de los hogares con cocinas de gas de cuatro localidades seleccionadas superan con frecuencia los límites de referencia para el dióxido de nitrógeno (NO2) recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En concreto, los hogares de Algeciras, Marbella, Salobreña y Salteras presentan índices de contaminación elevados, que superan los niveles de NO2 recomendados por la OMS para el exterior en el interior de sus viviendas.
Los participantes andaluces en este estudio fueron seleccionados en función de la frecuencia con la que cocinaban en casa (al menos 3 de cada 7 días), que en el hogar no se fumara y que no vivieran cerca de una carretera principal con mucho tráfico o de un complejo industrial.
Las mediciones se realizaron con sensores de temperatura en la placa de cocción y la puerta del horno para determinar los periodos de cocción. Los participantes tenían que colocar los sensores por sí mismos en la cocina, en el salón y en uno de los dormitorios, preferiblemente uno donde durmieran niños, así como en el exterior de su casa. Fuera de la cocina sólo se colocaron captadores pasivos de NO2. Las mediciones se realizaron durante 13 días en cada hogar.
El estudio, realizado por el grupo de eficiencia energética de CLASP, ha dispuesto de una muestra de 34 cocinas en España, 15 de ellas con sistema de gas y 19 con placas eléctricas. También revela que los niveles de NO2 en los salones de los hogares con cocina de gas eran considerablemente más altos. En total, un 85% de los hogares españoles superan los niveles de contaminación permitidos.
A pesar de que en España se utiliza mayoritariamente la cocina eléctrica, un tercio de los hogares españoles podría aún estar usando cocinas de gas. Las conclusiones de este estudio se centran en el NO2, un contaminante que superó los límites recomendados en la mayoría de los hogares con cocina de gas durante el período de estudio.
“Se concluye que el cambio en los hogares hacia las cocinas eléctricas no es solo una opción más segura, sino también un paso crucial para un ambiente interior más saludable para las personas”, señala Soledad Montero, responsable de energía de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), que no oculta su “honda preocupación” por el alcance de los resultados de este estudio.
Y es que las personas que cocinan con cocinas de gas, debido a este elevado índice de contaminación de dióxido de nitrógeno; y, especialmente, las más vulnerables o con enfermedades preexistentes, pueden ver agravados sus síntomas o sufrir problemas de salud inmediatos, principalmente respiratorios: asma, tos, sibilancias y dificultades respiratorias.
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