Los fiscales del 'procés' han enviado un escrito al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, donde le piden "amparo institucional" frente a las comisiones de investigaciones parlamentarias pactadas por PSOE y Junts para detectar supuestos casos de 'lawfare' y depurar responsabilidades, una misiva a la que el jefe del Ministerio Público ha contestado que "velará siempre por la autonomía" de los fiscales.
Consuelo Madrigal, Javier Zaragoza, Fidel Cadena y Jaime Moreno habían reclamado a García Ortiz que, "en su condición de fiscal general del Estado y presidente del Consejo Fiscal, previa audiencia de este órgano", les concediera "amparo institucional" porque "junto con la conseción de la amnistía, un mecanismo excepcional de gracia que no está contemplado en la Constitución, han pactado la creación de comisiones de investigación en sede parlamentaria con la finalidad de evaluar las actuaciones que hayan realizado o realicen los órganos judiciales y del Ministerio Público".
El escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, recuerda que dicho acuerdo establece que "la valoración que efectúen esas comisiones de investigación sobre tales decisiones y actuaciones judiciales podrá servir para ejercer acciones de responsabilidad contra quienes legítimamente y en el ejercicio de sus funciones defendieron la legalidad constitucional frente a los graves ataques de que fue objeto, y activaron la obligada respuesta judicial mediante la aplicación de las leyes penales frente a acciones delictivas de una gravedad incuestionable".
"El contenido de este acuerdo nos genera una especial preocupación, ya que conculca el principio de separación de poderes y cercena de raíz la independencia judicial", afirman los fiscales de sala del Tribunal Supremo (TS), recordando que "la revisión de las decisiones jurisdiccionales por otro poder del Estado, en este caso el Legislativo, no es admisible en un Estado que se proclama democrático y de Derecho, y que iniciativas como esta claramente demuestran el intento de establecer un control político sobre el Poder Judicial".
Alertan además de que "el reconocimiento de que la actuación judicial fue injustificada y obedecía exclusivamente a razones políticas --con la inclusión de términos absolutamente improcedentes como 'lawfare' o judicialización de la política-- obviando la naturaleza manifiestamente delictiva de los actos que se cometieron y el respeto institucional que la función jurisdiccional merece en un Estado de Derecho representa una quiebra absoluta de los valores constitucionales que inspiran nuestra democracia, en particular de la justicia, el pluralismo político y de la igualdad ante la ley".
Asimismo, reivindican que su intervención en la causa del 'procés' "se sujetó estrictamente a los principios de legalidad y de imparcialidad, actuando siempre conforme al principio de unidad de actuación y de acuerdo con las instrucciones emanadas de la Fiscalía General del Estado, por lo que calificar el ejercicio de sus funciones constitucionales y estatutarias como injusto, desproporcionado y guiado por motivos políticos solo puede entenderse como un ataque a la institución que debe ser objeto de respuesta".
Por ello, reclaman a García Ortiz que "actúe en defensa de la legalidad constitucional, recordando a los poderes públicos el estricto cumplimiento de la ley, y en defensa de quienes como miembros de esta institución ejercieron sus funciones con responsabilidad, con imparcialidad y con sujeción a la legalidad en los procesos penales en cuestión".
LA RESPUESTA DEL FGE
El fiscal general, en otra carta remitida a los fiscales del 'procés' y al conjunto de la carrera fiscal, responde que "cualquier posicionamiento del ministerio Publico respecto de una futura amnistía (...) exige conocer la definitiva norma que la regule una vez forme parte de nuestros ordenamiento".
"El posicionamiento, en todo caso técnico-jurídico-- de la Fiscalía española se realizará a través de los cauces estatutarios y en los procedimientos en los que se demanda nuestra intervención", aclara.
En consecuencia, señala, "el fiscal general del Estado ha de mantener una posición pública que refuerce el principio de imparcialidad del Ministerio Fiscal en virtud del cual actúa con plena objetividad e independencia en defensa de los intereses que le estén encomendados".
No obstante, indica que "velará siempre por la autonomía de quienes han ejercido y ejercen como fiscales en defensa de la legalidad, de lso valores y principios constitucionales y, en definitiva, de las instituciones democráticas".
Recalca además que "la observancia del derecho vigente y la sujeción al principio de legalidad constituyen mandatos imperativos para el Ministerio Fiscal, en ocasiones desarrollados en las más difíciles condiciones, lo que aumenta el valor añadido de l cumplimiento de la misión constitucional que las y los fiscales tienen encomendada".
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