La reducción afectaría a cerca de 12 millones de trabajadores, la mitad de ellos con reducciones muy altas porque todavía están en la máxima legal de 40 horas
El Secretario General de la UGT, Pepe Álvarez, ha abogado este martes en Pamplona por dos objetivos principales para esta legislatura en la mejora de los trabajadores, como son el establecimiento de una jornada de 35 horas semanales y de un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 1.200 euros.
Lo ha avanzado en declaraciones a los periodistas antes de participar en la jornada ‘Avanzando hacia las 32 horas. El reto que viene’ organizada por UGT de Navarra, en la que se ha analizado la reducción del tiempo de trabajo en España, de la que Álvarez ha reconocido que su objetivo de ir "directamente" a por las 32 horas semanales "se hace muy complejo".
De ahí que a la UGT le parezca que las 35 sean "un punto de encuentro para poder avanzar a partir de ahí hacia las 32 horas de trabajo", ha dicho esperanzado en que la previsible próxima investidura del socialista Pedro Sánchez como presidente del Gobierno español conlleve "ir en esa en esa línea" gracias a los pactos entre PSOE y Sumar.
Al respecto, ha avanzado que la reducción afectaría a cerca de 12 millones de trabajadores, la mitad de ellos con reducciones muy altas porque todavía están en la máxima legal de 40 horas semanales, una cifra establecida en el año 1984, por lo que sería "un paso muy importante y ya tocaba".
Álvarez ha analizado que en estos casi 40 años "todas las actividades producen el doble, los servicios se pueden dar el doble o el triple con el mismo número de trabajadores. No ha habido una repercusión de lo que ha representado la reducción del tiempo de trabajo por razones tecnológicas, para nada en la vida diaria de los trabajadores."
Al contrario, "se nos han sumado más obligaciones", ha dicho para referirse como ejemplo a la necesaria formación continua, "exigencia para poder continuar trabajando" y que habitualmente se hace fuera de la jornada laboral.
Otro de los asuntos clave para la UGT en esta próxima legislatura será el coste del despido, ya que el sindicato pide que este "no solo obedezca a los días por año trabajado como en estos momentos, sino que introduzca el despido 'resarcitorio', que se tengan en cuenta las condiciones de los trabajadores y las trabajadoras que son llamados a ser despedidos desde el punto de vista de la formación, del lugar donde están, de si es hombre o mujer y las responsabilidades familiares que tienen".
"En definitiva, que tengamos un despido de acuerdo con la Carta Social Europea" acorde al entorno en el que se desenvuelve España, ha dicho Álvarez.
En este plano, ha abogado por restaurar el despido en 45 días al año, e introducir nuevas cláusulas, como que la de que, en despidos improcedentes, el que decida si entra a trabajar o no sea la víctima, y no las empresas como actualmente, lo que es "una profunda injusticia".
Y el tercer eje de reclamación para la legislatura será el del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), aunque "todo este ruido en el entorno a la investidura del presidente del Gobierno nos ha impedido situarlo", ha reconocido el líder sindical, quien ha recordado que la UGT reclama una cifra de 1.200 euros, porque es "justamente situarse en el 60 % del salario medio, tal y como sitúa la Carta Social Europea" .
Y también así lo sitúan la Agencia Tributaria, Eurostat y la Seguridad Social, ha reclamado Álvarez como consenso justo rente a la Comisión de Expertos por la que abogó en su momento el Gobierno español para determinar el acuerdo y que a su juicio "no tiene sentido".