Una investigación ha mostrado la estrecha relación entre los problemas del sueño en niños y el desarrollo de síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en la preadolescencia.
El estudio, que ha sido publicado recientemente en la revista 'European Journal of Pediatrics', representa un avance importante en la comprensión de las causas del TDAH, trastorno de desarrollo neurológico que afecta a alrededor de un 7,5 por ciento de los niños.
El personal investigador, del área de Epidemiología y Salud Pública del CIBER (CIBERESP), la Facultat d'Infermeria i Podologia de la Universitat de València y la Fundación FISABIO, trabajó con 1.244 niños de Gipuzkoa, Sabadell y Valencia, cohortes participantes en el Proyecto INMA.
Por un lado, se evaluaron los problemas de sueño a la edad de ocho a nueve años, mediante el cuestionario el Child Behavior Checklist 6-18 (CBCL, por sus siglas en inglés) y, por otro lado, se recopilaron las manifestaciones de TDAH a través de las Escalas Conners para padres.
El sueño es un estado fisiológico complejo, responsable en parte del rendimiento físico y mental y del desarrollo y mantenimiento saludable de los procesos de aprendizaje, memoria declarativa y procedimental, generalización del conocimiento y procesamiento emocional. Los desórdenes que lo afectan tienen consecuencias inmediatas y de largo alcance.
A esta evidencia se suman los resultados del trabajo que permiten relacionar problemas del sueño en la infancia y el desarrollo de síntomas de TDAH en edades posteriores. Las conclusiones del estudio podrían resultar útiles en la implementación de políticas y acciones que favorezcan las condiciones adecuadas para el desarrollo de hábitos de sueño saludables durante la infancia.
Diversos estudios habían mostrado previamente que los problemas de sueño y de TDAH son comunes durante la infancia, con prevalencias del 20 por ciento para problemas de sueño y del 3-7,5 por ciento para TDAH. En el caso de los problemas de sueño, es mayor en niños con TDAH, hasta afectar a entre el 25 y el 73,3 por ciento.
En este contexto, el trabajo de los equipos de investigación ha establecido una fuerte relación entre los problemas de sueño a la edad de ocho y nueve años y el desarrollo de síntomas de TDAH a los 10-11 años.
La asociación entre problemas de sueño y síntomas de TDAH se mantuvo tras excluir del análisis inicial a los niños que presentaban problemas clínicos previos (por ejemplo, aquellos nacidos pequeños para edad gestacional, prematuros, y aquellos que tenían síntomas compatibles con el diagnóstico, tanto anteriores como de forma simultánea a la presentación de problemas de sueño). Este hecho pone de manifiesto la solidez con la que se da la asociación entre problemas de sueño y TDAH.
No obstante, la doctora Llúcia González-Safont, que ha liderado el estudio desde el CIBERESP, incide en que "estos hallazgos deben interpretarse con cautela. Aunque no todos los niños con problemas de sueño vayan a desarrollar síntomas de TDAH, su detección en etapas tempranas, con cuestionarios de fácil aplicación en la consulta pediátrica, podría contribuir a prevenir o mitigar futuros síntomas de problemas de comportamiento, como el TDAH".
Por ello, "sería interesante incorporar este tipo de herramientas de cribado en programas de Atención Primaria como el Programa de Salud Infantil", añade la experta.
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